Capítulo 49: Aislada.

579K 35.6K 114K
                                    

N/A: Aparecerán una serie de fechas en los próximos capítulos, esto para efecto de que no se pierda la línea temporal, puesto que en las siguientes partes de la historia sucederán cosas de manera simultánea. ¡Disfruten!

Leah

Febrero, 10.

Se sintió como un parpadeo.

Como si hubiese parpadeado antes de que todo se disolviera a mi alrededor, transportándome a un lugar completamente diferente.

No había memorias, ni vacíos, sólo un parpadeo.

Abrí los ojos a una oscuridad densa, tan profunda que por un momento pensé que seguía sin abrirlos, pero mi cerebro me repetía una y otra vez que estaba realizando la acción, que no me había vuelto loca—ciega tal vez, pero loca no.

Palpé una superficie plana bajo mi estómago y mi pecho, y caí en cuenta de que había dormido mucho tiempo de lado, sobre mi brazo, porque lo sentía terriblemente entumecido.

Con un gruñido de protesta, arrastré mi mano por el suelo y con esfuerzo, me senté sobre mis piernas, mi espalda contra la pared.

Okay, de acuerdo. La carretera, mi auto, la llanta, el tipo de la fiesta, Do...Da...D...joder, ¿cuál era su nombre? Coloqué la mano sobre mi frente cuando mi cabeza punzó por el esfuerzo, un persistente dolor anclado a mis sienes.

Había sido él, el jodido psicópata. Me había golpeado hasta dejarme inconsciente para...levanté mi cabeza tan rápido que mi cuello crujió y una llamarada de dolor la invadió sin remedio, pero la angustia pareció absorberla por completo.

Sara. Sara, ¿dónde estaba Sara? ¿La había traído también? ¿Dónde...dónde...?

—Sara—mi voz salió ronca y seca, como si fuese de cartón.

Tragué saliva y comencé a gatear por el lugar, buscando a tientas algo que pudiera guiarme hacia ella o me diera señales de vida.

—Sara—repetí más alto, esperando que pudiera escucharme.— Sara, respóndeme. ¿Estás bien? Sar...

Ahogué una maldición cuando mi hombro chocó contra algo sólido a mi lado derecho. Cuando lo toqué con mayor insistencia, caí en cuenta de que era una especie de caja de tamaño considerable, completamente cerrada sin nada sobre la tapa.

Mis ojos se adaptaron a la oscuridad eventualmente, y cuando anduve a gatas un par de metros más allá, noté el delgado hilillo de luz que se colaba por lo que asumí era la puerta.

El sonido de pasos acercándose hizo a mi estómago constreñirse y a mi corazón dar un vuelco, pero me preparé para partirle la nariz a ciegas a quien fuera que estuviera tras esa puerta.

Sin embargo, pareció pensárselo mejor porque el susurro inundó la instancia por unos segundos, antes de volverse más tenue y lejano, llevándose consigo el resquicio de luz y dejándome sumergida en la penumbra otra vez.

Maldije para mis adentros, intentando deducir algo a partir de las pocas piezas que había logrado reunir: uno, aparentemente estaba sola en ese hoyo de mierda porque no había encontrado señales de vida de nadie más, y dos, posiblemente el tipo era un enfermo mental que vivía con su madre y me dejaría encerrada en su sótano por décadas mientras abusaba de mí sin que su familia se enterara de mi existencia, y...y...

De acuerdo, no, tranquilízate Leah. Había visto demasiadas películas.

Necesitaba mantener la cabeza para fría para formular un plan de escape que fuese efectivo. Era sólo una persona, yo podía hacerlo, podía...podía...

Irresistible Error. [+18] ✔(PRÓXIMAMENTE EN FÍSICO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora