DOMINGO
06: 17: 22: 24
Jimin estaba en las escaleras, justo debajo de mí. Había gente que se movía a nuestro alrededor, entrando y saliendo de la estación. Nosotros, en cambio, estábamos quietos.
-Hola -dijo, su voz sonó distinta. Más cálida, ne cierto modo, más serena.
-Hola -contesté-. Te estaba buscando.
-¿Sí?
Levantó una ceja y sonrió. Las mismos dientes un poco saltones, los mismos ojos entre cafés y dorados. Sólo que ahora era más alto. No tan alto como David, pero alto. Y tenía los hombros más anchos y los brazos más gruesos. El pelo le llegaba por debajo de las orejas y lo tenía rubio. Aunque de eso no estaba del todo segura, porque llevaba un gorro de punto burdeos que le tapaba casi toda la cabeza.
Un gorro. Con aquel calor.
-Estamos estorbando -dije, y di media vuelta antes de que pudiera responder.
__________
-¡Es el destino cósmico! -exclamó David mientras hacíamos cola para entrar en una sala de karaoke.
El local estaba bastante lleno para ser domingo por la noche. Los camareros, vestido con camisa roja, se movían enérgicamente sobre la barra y los ascensores, sosteniendo en equilibrio sobre el hombro bandejas llenas de bebidas. Los altavoces empotrados en las paredes vertían a todo volumen temas de pop japonés.
-Ni cósmico, ni nada -respondí yo-. Eso no tiene sentido.
-¡Por esa estación pasan miles de personas al día! -insistió David- ¿Qué probabilidad había de que te encontraras con el pequeño Jimin?
-No hay tant gente con el cabello rubio -comentó Caroline, sonriendo a Jimin con generosidad-. Los rubios llamamos la atención.
-Ni con el pelo naranja -David tocó mis trenzas-. No se olviden de la gente con el pelo naranja.
Yo ignoraba a Jimin. O por lo menos intentaba ignorarlo, aunque estaba fracasando estrepitosamente. Ignorar a Jimin era como intentar hacer caso omiso de un eclipse solar. Y, encima, todos le hacía caso. Revoloteaban a su alrededor y e agasajaban como si fuera su cumpleaños o algo así.
-¿Te hace ilusión estar en último curso? -le preguntó Caroline, que me había agarrado del brazo y me lo apretaba cada vez que yo decía algo como si quisiera darme ánimos.
Yo, por mi parte, procuré hacerme la simpática y no estrangularla.
-No va a estar en último curso -dijo Mika.
David señaló a Jimin con su cigarrillo.
-Aquí el pequeño Jimin está en penúltimo curso. Es uno de los canijos.
-Sí, muchas gracias por aclararlo -Mika le lanzó una mirada de enfado, y él sonrió de oreja a oreja.
La cola avanzó un poco.
-Bueno... -Jimin inclino la cabeza-. Karaoke. Lo echaba mucho de menos.
-¿Sí? -dijo Caroline-. Yo sólo llevo un año viviendo aquí. A mis amigo de Tennesse les parece muy raro que vaya todo el rato al karaoke. Creen que debe dar mucha vergüenza.
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Seven Days Of You | P.J.M
FanficCuando tu vida está a punto de cambiar para siempre, ha llegado la hora de echar cuentas en el corazón. Siete días para decir adiós a la cuidad de Tokio. Otro país y un nuevo hogar en perspectiva. Dos chicos que no quiere dejar atrás. Una amiga s...