ᴏɴᴇ-sʜᴏᴛ's [ᴊɪʙᴀᴋᴜ sʜᴏᴜɴᴇɴ ʜᴀɴᴀᴋᴏ-ᴋᴜɴ]

Todo Lo Hago Por Él

[Gemelos Yugi]

Dos hermanos, gemelos.

Tsuchigomori fue alguien que les conocía del todo, sabía que ambos no tenían padres y sus familiares les mandaban cierta cantidad de dinero para tener estable su estilo de vida.

Amane era por quien más se preocupaba, siempre atendiendo sus heridas, y cada vez que le cuestionaba acerca de quien se los ocasionaba, el nunca respondía.

...

Llegaba a dar sus clases particulares, y cuando estuvo dentro de ese salón, noto que un chico faltaba, ya que, solo logró ver a Tsukasa y los demás alumnos, era extraño que Amane se ausentara a clases, pero de igual forma, trato de no darle importancia; tal vez se había quedado dormido o algo parecido.

Los días seguían pasando, y Yugi Amane seguía ausentándose a clases, sentía que algo estaba mal.

—Oye, Ichigo-chan, ¿no sabes acerca de los rumores que corren por aquí? — la mencionada negó con la cabeza — Bueno, se dice que un estudiante de esta institución, ha estado en un lugar muy malo, se supone que trabaja de prostituto, no se sabe su género, pero muchos aseguran que es un chico, uno de cabellos negros y piel clara, pero nadie sabe con exactitud quién es, solo que es tan descarado, que cuando hace eso tiene su uniforme —

— Me pregunto quién será... Aunque creo que si los maestros se enteran será peor, por eso tal vez le expulsen de aquí, quien sabe —

Las estudiantes seguían charlando hasta que la campana tocó, y Tsuchigomori vio sus manos.

— ¿Será que es él?, tsk, es un dolor de cabeza, luego veré en donde es —

...

— Supongo que es aquí —

Dio un respiro y entró a dicho lugar, era extraño que ese chico estuviera en ello, pero quería estar seguro.

El lugar estaba lleno de personas que a simple vista se notaban que eran unos “necesitados de amor”, esto le desagrado pero que más daba. Los reflectores lograron llamar la atención de las personas, dejando ver a una chica de cabellos azules, que vestía formalmente.

— Buenas noches, no hay necesidad de hablar, se que es lo que todos quieren, el día de hoy tenemos las reservaciones abiertas para cada uno de nuestros servicios, pueden pagar por allí — la chica señaló a un chico que se encontraba en la caja registradora — Oh, y no olviden que no hace mucho llegó un chico de cabellos negros, aunque se sabe que es virgen, así que no duden en dar todo lo que quieren por él, bueno, ahora disfruten — sonrió y nuevamente todo se volvió oscuro —

Tsuchigomori trato de conseguir aquel “servicio”, y si que lo obtuvo, pero dos personas iban antes que él, eso le hacía estar inquieto, no sabía que cosas ocurrían allí, debía apresurarse.

Espero, y espero, hasta que al fin fue su turno corrió desesperado hasta la habitación indicada, cuando lo hizo azotó la puerta, y logró darse cuenta de que aquel chico se encontraba de espaldas, se notaba las mordidas, chupones y golpes que tenía en su cuerpo, y cuando estaba a punto de hablar, el menor lo hizo.

— Bueno, ¿que quieres que haga?, te hago una mamada, tu me la haces a mi, me harás sadomasoquismo, pero no se te ocurra meterme tu miembro en mi, que sea un prostituto no significa que deje que me follen como una zorra cualquiera — menciono mientras sobaba su muñeca para así girarse y ver a un hombre alto pero estaba tapado con prendas, era irreconocible, ya no estaba seguro, ¿era un hombre o una mujer? — Oye, quítate eso, o aunque sea dime si eres hombre o mujer para prepararme —