Carta de una Judia

6 de junio de 1943

Los días pasaron. La verdad es que nose cuanto ha pasado porque ya no distingo el paso de el tiempo.

Cuando nos habíamos desaparecido para supuestamente ver a Christian, notaron que no estábamos y cuando regresamos nos torturaron con latigazos.

También perdimos por un día la comida, nos dieron las sobras de la comida de los perros, y no nos dieron agua

Mi madre y mi hermana están furiosas conmigo, no me dirigen la palabra desde hace días

Más personas llegaron, y mas personas murieron

Sigo escribiendo en este pequeño cuaderno mi sufrimiento. Necesito relatar lo que estoy pensando, es una buena forma de desquitarse y para tener la mente ocupada.

Me he convencido a mi misma que aunque ya no tenga a Christian debo seguir teniendo fe y creyendo que los aliados llegarán pronto y nos rescataran

Pero si algo es seguro es que no volveré a la cerca.

Allí no hay nadie