8 de Julio de 1943

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Ya, más de un mes había pasado sin ver a Isabella y ya me estaba volviendo loco

No sabia a que se debía pero estaba preocupado. No sabía si estaba viva o no

Dios, esto es tan frustrante

No aguantaba más debía saber que estaba bien pero la pondría en peligro...

¡Al diablo! Hoy iba a verla y punto

Caminé lentamente por el bosque, se estaba haciendo de noche pero no me importaba. Necesitaba verla

Traía junto a mi algo de comida, debía de estar hambrienta en caso que estuviera viva

Luego de unos minutos llegué. Esta era la parte difícil, no sabia como localizarla ni tampoco sabia como entrar

Maldición

Intente escalar la cerca pero era muy alta y me caí

-¡Diablos!-exclamé pero no muy alto

Alguien se acercó hasta la cerca y con la esperanza que fuera ella me incorpore

No se trataba de ella. Sino de una chica de masomenos mi edad con cabello negro y vestida con un polvoriento conjunto a rayas

-¿Que estas haciendo? No puedes entrar aquí

-Perdón, intento encontrar a alguien

-¿Aquí?-se lo pensó un momento-¿A quien buscas?

-A una chica

-Pueden matarte, vete

-Necesito verla-se me ocurrió una idea-¿Puedes ayudarme?

-No, lárgate

-Por favor necesito saber que esta viva

Iba a darse la vuelta y seguir con su camino pero la volví a llamar

-Por favor, necesito saber que vive, que esta bien, que aún tiene esperanzas. Te lo suplicó ayúdame a encontrarla

Suspiró

-Dime como es y como se llama. Te ayudaré

Carta de una JudiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora