7 de agosto de 1943

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*Narrador omnisciente*

En los últimos días Mildred había notado algo raro en Christian
Lo veía salir a cada rato siempre con una cesta y notaba que faltaban cosas en la alacena. El siempre había sido de quedarse en el hogar, ahora ya ni se lo veía
Ella estaba preocupada ¿Y si su pequeño estaba en problemas? Ella lo veía como un hijo a él y a su hermano. Los quería mucho y no permitiría que algo malo les sucediese. Ya no sabia nada de Erik y eso la carcomía, no quería perder a Christian
Por eso ese día, sin que el lo notase, lo siguió. Se extraño que se adentrara tanto en el bosque, el nunca solía alejarse mucho. Pero lo que vio la sorprendió
El estaba con una joven, una joven judía

Erik estaba agotado. El vendaje que le había echo su amigo Hugo era improvisado, pero evitaba que siguiera perdiendo sangre.
Odiaba la situación en que se encontraba. Por suerte no había peleado en muchos combates pero odiaba matar a gente inocente
Una de sus tareas era sacar de sus casas y despojar los bienes de judíos, gitanos, inválidos, etc.
Trataba de no ser tan brusco con ellos pero tenia que hacerlo. No había de otra, eran ellos o el
Su padre decía que era un orgullo, se estaban deshaciendo de una plaga. Y que la Alemania del futuro sería un lugar sin bastardos como el solía llamarlos, y no deberían avergonzarse cuando ellos salieran a las calles
Él antes pensaba así, pensaba que estaba ayudando a su Nación. Pero ahora que veía esas almas que le aplicaban piedad se arrepentía de todos aquellos pensamientos
Preferiría cualquier cosa antes de seguir manchando sus manos de sangre inocente

Tobias Kugler se hallaba en un lujoso hotel del centro de la ciudad
Miraba por la ventana mientras fumaba un cigarro. El día era gris y a lo lejos se lograba ver el humo saliendo de algunas casas, algunos tiroteos y gritos
Dio otra calada a su cigarro
No sentía remordimientos por todas aquellas vidas perdidas. Es más, se sentía orgulloso de lo que hacía.
Una Alemania nueva, sería el país más importante del mundo y todos le envidiarían. Lo que la nación una vez perdió, lo recuperaría.
Todo en manos de su líder, el Füher. El era el mañana, gracias a él triunfarian
En su interior sonrió. Todo por lo que el y muchos otros habían luchado se estaba cumpliendo

Nota:
Corto, ya losé pero de eso se trata. Habrán dos o tres capítulos así para que sepan los pensamientos de algunos. Lo veía necesario
En uno o dos días subiré otro, he estado un poquito ocupada
Pero Heyy aprovechare estos días para escribir y seguir con la historia y mis otras novelas
Gracias por su paciencia
Nos vemos pronto ≥﹏≤

Carta de una JudiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora