Esᴛᴏʏ ᴄᴏɴᴛɪɢᴏ | ᴛʀᴀɴsғᴏʀᴍᴇʀs

Nueve

Susan observo a su hermano menor como sumerge la mitad de su cuerpo al estanque de los peces dejando sólo afuera sus piernas que lo sostienen en la superficie.
Negó su cabeza con gracia por tal escena que le trajo recuerdos, recuerdos de cuando apenas estaba empezando a trabajar en aquel lugar. Como fueron las primeras visitas de su hermano a quien le encantaba sumergirse y tratar de ser amigo de los peces, lo gracioso y adorable que era ver como el menor se enojada cuando los mismos peces se alejaban por su cercanía.

Casi todo el día se la paso entre revisiones y papeleo, más que todo papeleo y bueno, el aburrimiento invadió al menor. Al menos logró su cometido de evitar que ella hiciera movimientos bruscos, la estuvo siguiendo a todos lados, ya casi hasta el baño y aunque eso comenzaba a ser molesto para Sus al menos para Ted era gracioso y algo fastidioso para el jefe pero al menos el chico ayudaba y gratis, así que no hubo queja por su parte.
La pobre solo debe aguantar a su hermano ese día, al menos comenzaba a ser tarde y pronto terminaría.

Suspiro cansada, su espalda y hombros le seguían doliendo como el demonio. Compuso su postura ahí sentada en el suelo frente a los estanques y cerró el documento que tenía, llevo su lapicero a sus labios e inconsientemente comenzó a morderlo.
Alex finalmente sacó su cabeza del estanque y se quitó la máscara, bajo al primer nivel donde está su hermana (donde se ven todos los tanques a través del cristal) y se fue sacudiendo como un vil perro en todo el camino.

-¿A qué edad viven las ballenas?-

Fruncio un poco su ceño por tal repentina pregunta, pero no fue la única quién lo escuchó.

-Depende de que especie me hables. Las jorobadas aproximadamente 40 años, las grises aveces 30 o 60.- Ladeo un poco su cabeza, bajando libros mentales para recordar todas las especies y sus límites pero él se acercó y de nuevo sacudió ese largo cabello castaño. -¡Alex! Tenemos toallas, no eres un perro.-

Aún así el mencionado uso sus manos para sacudir aún más sus ebras, sonrió con burla y al final llevo toda su melena atrás. -Tu trabajo está en el agua, casi vives en el agua. ¿Qué te molesta?-

-Que ahora tengo aquí documentos importantes.- Regaño, el joven solo soltó un "Oh". Lo había olvidado.

Pero simplemente se sentó en el suelo a un lado de ella. -¿Qué especie de ballena es el salvador?-

Ambos hermanos voltearon a ver a la ballena, este hizo oídos sordos y se alejó del vidrio. Claro que estaba prestando atención, pero los hermanos lo ignoraron.
La mujer taradeo y regreso su mirada a los documentos, aún está arreglando los papeles de su león marino. Es saludable, fuerte y un poco mayor, le tenían planeado enviar a otra reserva para ahorrar gastos pues tienen demasiadas deudas por sus medicamentos, pero nadie quiere a una criatura ciega que necesita muchas cosas para sus ojos. Elvis, es otra razón para luchar por este lugar y que se mantenga a flote pues ellos reciben y cuidan a todos los rechazados, pero Elvis es de los que tienen mucho más papeleo, cuando termine ahí hará la revisión a Optimus o al menos eso espera si es que su hermano la deja.

-Pues su apariencia es casi a la de una ballena azul.-

-¿Y a qué edad llegan?-

-85 años.-

Susan volvió a su trabajo, sólo llenar unos formularios más y continuará con su parte favorita, el silencio otra vez invadió pero su hermano se levantó y comenzó alejarse. Susan fruncio su ceño por ello y él lo noto. Ah estado como un percebe todo el día ¿a dónde va?

-Voy al baño.- Aviso, dudo en decirle algo más pero ¿qué podría pasar con sólo desaparecer unos minutos? Se encogió de hombros y se marchó al baño. Obvio su hermana no puede hacer una locura en tan poco tiempo.