Capitulo 2

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Huir o Atacar.

Después de que Mikasa se fuera por la noche me quede dormida en el escondite, al despertar me detuve a ver el peño reloj cucú que se encontraba colgado en la pared del muro eran las 7:22 am si Mikasa vendría conmigo llegaría en treinta minutos aproximadamente, sé que tal vez tengo las expectativas muy altas sobre si vendría conmigo o no, pero si no quiere igual no la obligare después de todo ella se crio dentro de estos muros junto las personas que ahora son sus amigos.

Decidí levantarme de la pequeña manta en la que estaba acostada es cierto que no es muy cómodo dormir en el piso en especial cuando estas acostumbrado a una cama.

Me levante y tan pronto lo hice estire mis brazos y piernas tanto como pude para aliviar un poco el mínimo dolor que sentía. No tenía nada que hacer más que esperar y ver si llegaría Mikasa a este pequeño escondite que por meses ha sido un acogedor hogar de soledad.

Me encontraba nerviosa...

Ver los segundos pasar uno a uno hasta que se convertían en minutos era agobiador para mi persona en ese momento y es que...

¿Qué pasaría si Mikasa decidiera quedarse aquí?

¿Qué sucedería si tuviera que pelear contra ella?

¿Qué acontecería si simplemente ella fuera tras de mi como... mi enemiga?

Sé que suena un poco absurdo, pero cuando cosas como el amor te atormentan no puedes hacer nada hasta que la persona que quieres actué, porque al final, todo depende de su decisión.

¿Ir o quedarse?

Que haría yo si estuviera en su lugar...

Si yo fuera la que estuviera en su lugar...

Tendría personas que me amaran a pesar de ser fría, tendría aquel acogedor sentimiento que llaman amistad, sabría cómo se siente morir de risa cada vez que alguno de mis amigos hiciera una estupidez.

Vaya... ahora que lo pienso, ¿por qué...?, ¿Por qué ella renunciaría a todo eso solo por alguien como yo?, sé que sonara bastante tonto, pero atraves de aquellos pensamientos toda mi ilusión de hace unos momentos se esfumo es como si ahora un gran muro me separa de ella, un muro que seguramente no podría cruzar.

Decidí no pensar más en ello y tal vez limpiar por última vez este lugar, antes de irme.

Tome una escoba y junte la poca basura que se encontraba en el suelo, doble las mantas y las puse en la esquina. Era un lugar muy pequeño pero perfecto solo para una persona, no tarde nada en terminar.

Por inercia volví a mirar el reloj y me di cuenta que no faltaban más que unos cuantos minutos para que dieran las 8 am, salí del escondite y lo cerré como era costumbre.

Tan pronto di un paso afuera, los fuertes rayos de sol que anunciaban el inicio de un nuevo día golpearon contra mi rostro dejándome ciega por unos cuantos segundos, hasta que mis ojos se ajustaran a la iluminación.

Decidí contar los segundos hasta que dieran los 5 minutos que faltaban para las 8.

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Huir-MikannieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora