Obliviate...

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Año tras año, discusión tras discusión, el odio por ambas partes, se convirtió en un juego el cual no querían dejar atrás. No sabían desde cuando empezaron a sentir amor la una por la otra, puede que fuese amor a primera vista pero los prejuicios rompieron todos aquellos sentimientos. O tal vez el amor comenzó en este punto de la historia, ambas mirando un cielo estrellado en el patio con una gran cantidad de nieve a su alrededor y un par de hechizos para calentar sus cuerpos y no morir de hipotermia.
¿Que por que estaban ahí? Ron destruyó la noche más mágica que había tenido Hermione en mucho tiempo, terminó llorando en las escaleras por alguien que no tuvo el valor de hacer algo, perdiendo la ilusión de esa noche. Lo más sorprendente aquí, es que su apoyó fue la persona que menos espero, Pansy, quien había decidido acompañar a Draco al baile porque simplemente no tenía a ninguna chica con la que ir, la Slytherin había dejado sus prejuicios, su orgullo y el miedo al que dirán de lado para socorrer a la chica que más daño le había hecho, ni ella misma entendió porque lo hacía simplemente verla así de mal le dolía.
Hermione no sabía cómo reaccionar cuando la azabache se había acercado, para saber simplemente como estába y no para burlarse, le dijo que vio toda la discusión con Ron y que si quería podía hablar con ella, en ese momento la Gryffindor no tenía a nadie mejor y confío en ella, tomó la mano que le ofreció y se la llevó fuera del castillo, donde ahora se encontraban en silencio pero con una castaña tranquila y algo mejor.
-Quien lo diría... La princesa de Slytherin ayudando a una hija de muggles...
-Yo también estoy sorprendida Granger, lo de hoy quedará aquí mañana seguiremos siendo enemigas, pero por hoy puedes confiar en mi. La castaña sonrió de lado, se apegó un poco más a su compañera y se apoyo en su hombro.
-¿Cómoda?
-Pues si.
-Hoy...te veías increíble bailando Granger... Hermione levantó su rostro con sorpresa y con un suave sonrojo en sus mejillas.
-¿De verdad?
-Te ves hermosa.
-Tu también te ves hermosa Parkinson...
-Eso ya lo sabía. Respondió de manera divertida con su toqué de egocéntrico, el cual no perdía nunca.
-¿Por que me ayudaste y no te burlaste como siempre haces?
-Bueno...es una buena pregunta y la verdad no se que responder, simplemente sentí algo al verte llorar, no se que pudo ser, pero quería ayudarte además de que el comadreja es idiota por no elegirte a ti. Dijo sin mirarla, solo observando el firmamento.
-Gracias...y respondiendo a lo que pudiste sentir, se le llama remordimiento.
-¿Yo sentir remordimientos?
-Así es Parkinson, te sientes mal por tratarme como lo has hecho, y haciendo esto creés sentirte un poco mejor.
La Slytherin no sabía que responder a eso y solamente se quedó callada, asintió y continuó mirando el cielo. Hermione se volvió a apoyar en su hombro haciendo lo mismo que la azabache, mirar el cielo en un silencio tranquilo y cómodo a la vez. Así lo pasaron por varias horas, hasta que se cansaron decidiendo volver ya a sus respectivas salas comunes, Pansy insistió en acompañarla hasta su torre y Hermione no se negó, sabía que era tozuda así que no podía hacer más nada. Durante todo el camino no hubo palabra alguna, simplemente la compañía de cada una hasta llegar a su destino, allí no sabían cómo despedirse estaban algo incómodas en ese sentido y la primera que decidió hablar fue Granger.
-Gracias por lo de hoy Parkinson, al final no fue una mala noche.
-De nada Granger, espero que descanses.
-Tu también...
-Ah y no te acostumbres a esto, yo soy la mala y tu la buena así que mañana no te vas a librar de mi. Intento sonar ruda e intimidante pero se le escapó una sonrisa ladina, algo que se le contagió a Herms.
-Tranquila, pero recuerda los buenos siempre ganan.
-Ya veremos. La Slytherin se dio media vuelta, levantó la mano y cuando empezó a caminar, escucho unos tacones tras ella acercándose, no le dio tiempo a girarse sintiendo unos brazos alrededor de ella.
-Hasta mañana Pansy... El corazón de ambas comenzó a latir rápidamente, un sentimiento cálido paso por todo su cuerpo, sintiendo como si el mundo se hubiese desvanecido quedando solamente ellas dos.
-Supongo que hasta mañana... Hermione... Y allí se separaron, no miraron atrás, cada una desapareció sin saber que en sus rostros el rojo las delataban, era un sentimiento mutuo pero no fueron lo suficientemente valientes para verlo con sus propios ojos.
Semanas después siguieron los enfrentamientos pero había algo diferente, no eran ataques como tal era más un juego entre ellas, todos creían que se odiaban pero ellas sabían que era distinto, sin quererlo se hicieron amigas y pretendieron ser enemigas ante el colegio, aunque habían días en los que sin querer una mirada, una sonrisa o incluso una palabra amable se les escapaba en público, no les importaba en absoluto.
En un día cualquiera ambas se encontraban en la parte más apartada de la Biblioteca estudiando, Pansy estaba más concentrada en Hermione que en su libro pero lo prefería así, mientras que la castaña fruncia su seño leyendo el libro de pociones, sin percatarse de las mirada por parte de su amiga.
-¿Que tanto lees?
-Estoy estudiando Pansy, deberías de estar haciendo lo mismo.
-Ya pero me es más entretenido verte a ti. La Gryffindor se puso Roja, haciendola reír.
-Venga dime que no entiendes, te ayudaré soy de las mejores en pociones.
-Va-vale. La azabache se movió de su lugar colocándose al lado de la castaña, la cuál estaba aún sonrojada y ahora estaba peor ya que la tenía muy cerca. Mientras Pansy le explicaba una de la pociones, se dedicó mirar cada detalle de la Slytherin, su piel pálida, su cabello corto y de un negro azabache precioso, también de sus labios que destacaban por su piel y sin evitarlo pasó a sus ojos, esos ojos esmeralda con los que llevaba soñando desde hacía unos días atrás, ese verde que tanto le gustaba.
Pansy se dio cuenta de lo que estaba haciendo Hermione y con un rápido movimiento tomó su rostro y la besó, era algo que estaba deseando hacer desde el día del baile y hoy por fin los estaba probando, un suave sabor a fresa mezclado con el aroma de chocolate que desprendía. Hermione tardo en reaccionar pero lo correspondió, acaba de sentir una pequeña corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo, el sabor a Whisky de Fuego mezclado con su aroma de menta la estaba volviendo loca, sumándole lo cariñosa y gentil que estaba siendo la azabache, no quería dejar de sentirlo y por suerte ella tampoco quería dejarla ir.
-No sólo la mejor de nuestra generación haciendo magia, sino besando también.
-Calla idiota... Estaba sonrojada pero con una sonrisa de oreja a oreja.
-Escucha Mione, no se desde cuando siento esto...pero no quiero dejar de sentirlo nunca, así que...¿quieres ser mi novia?
-Por supuesto que si Pansy... Ahora Hermione fue quien tomó las mejillas de Pansy para besarla.
-Entonces Hermione Jean Granger eres solamente mía.
-Y tu, Pansy Parkinson eres mía... Ambas sonrieron y continuaron su día tranquilas y lo más importante juntas.
El tiempo fue pasando tan rápido que ya se encontraban en sexto año, ambas chicas aún seguían juntas sin que nadie lo supiera, siempre encontraban la manera de estar juntas sin que nadie sospechase de que tenían una amistad, bueno más bien ahora una relación, de dos años y todo por culpa de los prejuicios que existen entre las casas y por supuesto por la familia de Pansy, los cuales si llegaban a enterarse de esa relación podría haber represalias tanto para Pansy como para Hermione y eso es algo que no quiere la Slytherin, prefería llevarse ella el dolor y el sufrimiento antes de que tocarán a la persona que amaba con todo su corazón.
Cada día que pasaba era más difícil mantenerse juntas, Pansy fue capaz de contarle que iba a ser mortífaga eso las unió bastante más puesto que Hermione, lo aceptó ya que sabía que no era por voluntad propia, es cierto que le costó aceptarlo, pero la amaba más que a nadie y se negaba a perderla.
Hoy tuvieron su primer encuentro después de que Pansy tomará la marca tenebrosa, pero no habían buenas noticias al contrario, eran las peores noticias que podían tener ese día. A Pansy la habían descubierto, sus padres la torturaron con crucios obligándola a cortar esa relación de raíz, sino queria tener consecuencias peores y entre ellas era atacar a su amada, así que se resignó a cumplir esa órden.
-Amor, ¿que ocurre?
-Nos queda poco tiempo juntas gatita, mis padres lo descubrieron...
-¿¡Que?! Pero tu estas bien, ¿no? Pansy dime que no te hicieron daño por favor...
-No, te amenazaron a ti así que me tenemos que cortar esto de raíz...
-Pansy no...no puedo perderte...
-No lo harás...pero...hay algo más ellos...me obligaron a que borre mi memoria...por si el señor oscuro tuviese que leer mi mente, tenerla libre de recuerdos tuyos...
-¡No, no puedes olvidarme así como así!
-¡¿Y que hago Hermione!? ¡¿Dejar que te maten!?
-No es que-
-Déjalo, lo entiendo yo tampoco quiero perder mis recuerdos, son los más felices que tengo bueno los únicos felices que tengo...
Hermione empezó a llorar, sabía que todo se acabaría ahí, pero no quería aceptarlo.
-¿Cuanto tiempo tenemos?
-Una semana antes de que me vaya con Draco...
-Estaremos juntas esta semana, ¿cierto?
-Por supuesto, mañana quedamos y planeamos algo para toda la semana, ¿si? La Gryffindor asintió y la abrazó, tenía miedo incluso ahora estaba temblando y aún Pansy tenía sus recuerdos.
-Hey gatita...tranquila, sabes que te amo y te amaré...
-Pero me olvidarás... La Slytherin asintió, Hermione tenía razón y no había vuelta atrás, su relación acabaría pronto y ni siquiera tenían la posibilidad de evitarlo.
-Volvamos...tengo que hablar con Draco...
-¿El sabe lo nuestro?
-Si, el estuvo conmigo en mi mansión y lo descubrió al mismo tiempo que mis padres pero el...me dijo que todo estaba bien, no había nada de malo en amar a una mujer, aunque también me dijo, no de malas maneras, que no le gustaba que fueras tus por el estatus de sangre, pero cuando le dije que me hacías felíz pues te aceptó.
-Que bien...
-El nos ayudará bueno, estará con nosotras cuando me borré la memoria.
-Esta bien, ¿puedo decirle a Harry o a Ron?
-Dicelo a Harry, lo entenderá mejor. Asintió y la volvió a abrazar, querían sentirse plenas los últimos días juntas, todo cambiaría pronto y no estaban preparadas para ello pero no había otra opción.
Draco y Harry estuvieron junto a las chicas, animadolas e intentándo que se sintieran lo más felices posible, pero era muy difícil ellos lo sabían sus amigas estaban tristes, aunque pasarán las noches juntas cada día que pasaba era como una sentencia de muerte, Pansy se sentía cada vez más impotente odiando con todo su corazón a su familia, por obligarla a hacer algo que no quería y Hermione, ella había perdido esa sonrisa que tuvo esos dos largos años, su luz era Pansy y cada día más veía como se apagaba, sin posibilidad de detener su partida, sabiendo que en pocos días la perdería, perdería su amor y saberlo era peor que la mismísima muerte. Ahora Hermione se encontraba con Harry en la Biblioteca buscando información sobre los horrocruxes, pero su mejor amigo sabía bien que no estaba concentrada en ello sino pensando en Pansy.
-Mione ven. Tomó su mano y se la llevó al final de la Biblioteca.
-No se que haces aquí, deberías de estar con Pansy disfrutando de estos dos últimos días juntas.
-Harry ya te lo explique, no me sentía con ánimos de estar con ella.
-Si lo sé, pero estas pensando constantemente en ella y no en lo que estamos buscando.
-Perdona...
-No pidas perdón, escucha mañana estarás todo el día con ella, ¿me lo prometes?
-Esta bien, lo prometo. El azabache sonrió y la abrazó, luego de eso centraron su día en buscar la información necesaria que debían conocer. Hermione pudo concentrarse un poco más, suerte de tener el apoyo de su mejor amigo porque que si llegaba estar sola no hubiera podido con todo.
Dos días que se pasaron volando, una noche estrellada igual que la de hace dos años, el día que comenzó todo pero esta iba a ser la noche en lo que todo finalizaba, Draco y Harry se apartaron para dejarlas sola unos minutos, después se ocuparían de la memoria.
-Hoy es el día, ¿preparada?
-¿Como me puedes preguntar eso? Comentó un poco molesta.
-Siempre hago preguntas estúpidas, hoy no iba a ser diferente gatita. Respondió con un todo entre gracioso y algo desganado.
-Eres idiota, ¿lo sabias?
-Si lo sé... Pansy se apoyó por un momento en el balcón de la torre de Astronomía, mientras observaba el cielo.
-¿Sabes a que me recuerda esto?
-¿A que?
-A la noche en la que me enamoré de ti...nosotras dos solas mirando este maravilloso firmamento, sin insultos o algún tipo de odió, éramos tu y yo y está noche es igual a esa pero...esta es la triste. Hermione no dijo nada, solo lloró le dolía tanto que no era capaz de formular palabra, Pansy la abrazó y lloraron juntas.
-Chicas... Interrumpieron ambos. -Es la hora. Ambas se miraron y asintieron. -Pansy sabes que no puedo borrar a una persona por completo porque te quedarían huecos en blanco, así que... Pansy levantó su mano interrumpiendolo. -Lo sé, solo puedes borrar los recuerdos felices con ella.
Draco asintió, preparó su varita y la apuntó, unas lágrimas salían de sus ojos, al parecer no eran solo las chicas la que estaban llorando esa noche.
-Espera Draco...
-¿Que ocurre?
-No lo hagas tu... La azabache miro a Hermione y está no se lo estaba creyendo.
-¿¡Enserio me estas pidiendo que te borre yo la memoria!?
-Si.
-¡No lo voy a hacer Pansy!
-¡Hermione! Todo quedó en silencio, Draco se apartó y se puso al lado de Harry, mientras Hermione se ponía frente a su novia.
-No puedo hacerlo...
-Claro que puedes, eres la bruja más brillante de nuestra generación, se que puedes. La Gryffindor sacó su varita y con su mano temblorosa apuntó a su novia.
-Te amo, gatita.
-Te amo Pansy. Respiró ondo, cerró por un momento sus ojos y lo hizó. -Obliviate...
Pansy vio como los recuerdos felices con  Hermione se iban borrando uno a uno, sintiendo una terrible tristeza en su interior, unas lágrimas resbalaron por su rostro y todo se nublo por un momento, dejó de sentir dolor y tristeza a simplemente sentir un poco de vacío en ella, abrió los ojos y se encontró con los ojos café que conocía desde de siempre.
-¿Que hago aquí Draco? ¿Y con esta sangre sucia y el cara rajada? Hermione empezó a llorar, volver a oír a esa Pansy era como si alguien le hubiera apuñalado.
-Nada, estos dos nos siguieron pero no les haremos nada no merecen la pena. Draco se llevó a Pansy sin antes mirar atrás y pedir perdón, ambos asintieron y el llanto de Hermione era lo único que se escucharía esa maldita noche.
Tiempo, eso era lo que pasaba y no iba especialmente lento, un año más pero esta vez el más triste de todo Hermione no solo estaba derrotada mentalmente, sino que después de haber sido torturada ahora estaba destrozada físicamente, ni Harry ni Ron podían hacer nada estaban apuntó de volver a Hogwarts para librar la última guerra, pero a la Gryffindor no parecía importarle mucho, estaba tan agotada que simplemente quería estar sentada leyendo.
-Herms...pronto estaremos de vuelta en Hogwarts, pero te necesitó bien para ello...
-¿Como quieres que este preparada, cuando he perdido el amor de mi vida y me hayan torturado?
-Es cierto...pero eres la mejor, como ella lo dijo Hermione, podrás con esto eres la más fuerte que conozco, sino fuera por ti ya habría muerto en primer año. Harry sonrió haciendo que ella mostrará una media sonrisa, Hermione se dió cuenta que tenía razón, debía seguir luchando por ella y por Pansy.
Así lo hizó, volvieron a Hogwarts y tocaba luchar y eso hicieron, vidas se perdieron en esa guerra pero ganaron los buenos como una vez dijo Hermione, los buenos siempre ganan, pero con un alto precio. Draco se acercó a Harry para decirle que se marcharía con su madre, el azabache asintió pero antes de que se fuese lo abrazo.
-Te ayudaré.
-Gracias Harry...
-Puedo preguntar donde está, ¿no?
-Claro, esta en el comedor me dijo que se sentía mal, vacía que le faltaba algo...
-¿Y que le dijiste?
-Amor, es lo que te falta...se quedó algo descolocada pero no dijo nada más.
-Se lo dire a Hermione.
-Suerte Harry y para Hermione también.
-Nos vemos amigo. Se despidieron y Harry fue junto a Hermione, esta lloraba en silencio y el chico lo único que hizo fue abrazarla.
-Hable con Draco, esta dentro al final del comedor, esta mal y se siente vacía...
-Me odia Harry...¿que hago?
-Cuídala...porque sabes que no te odia.
-Solo no me recuerda.
-Exactamente...
Hermione se separó y fue hacía el comedor, estaban alguno un poco más alegres sabiendo que todo había terminado, otros tristes por perder a sus amigos o famila pero también estaban agradecidos de ganar esta guerra, y al final de ese comedor se encontraba su Slytherin sola y desganda, pero viva.
-Parkinson. La nombrada se giro y vio a la Gryffindor con una media sonrisa.
-Granger.
-¿Puedo sentarme?
-Si... Se sentó juntó a ella y suspiro, la Slytherin la vio y una media sonrisa salió de ella.
-Lo buenos siempre ganan, ¿no? Hermione no se podía creer lo que acababa de decir la Slytherin.
-¿Lo recuerdas?
-¿Recordar que? Ahora una mirada de desilusión salió de sus ojos.
-No me recuerdas... Y comenzó a llorar, Pansy estaba confundida pues no entendía lo que estaba pasando.
-Explicame que pasa, ¿por que lloras?
-Por ti...
-¿Por mi? Pero si te hice daño por años...
-No...no siempre, me amaste pero...pero me olvidaste...me marchó...se feliz Pansy.
Se fue, la Slytherin no se movió ni la intento frenar, solo se quedó allí sorprendida a la vez que descolocada.
Dias después de lo ocurrido, Hermione estaba en el ministerio a petición de Harry, quien estaba ayudando a Draco a no ir a Azkaban, pero ella no sabía por que debía de estar ahí también. Tampoco le preguntó si si amigo necesitaba ayuda, entonces lo haría siempre estuvo para el y así será siempre, mientras caminaba por lo pasillos se encontró de golpe con una chica en tacones y de cabello negro, era Pansy que por su rápidos reflejos pudo agarrar a Hermione, antes de que acabase en el suelo.
-Perdona Parkinson, no ví por donde iba.
-No pasa nada, Granger, ¿como estas?
-Bueno...no muy bien, hoy vine al Ministerio por Harry.
-¿Y eso?
-No se, me dijo que necesitaba mi ayuda.
-Ya veo, se que Harry va a ayudar a Draco, yo espero que tenga suerte y crean mi versión...
-¿No tienes testigos?
-No, mis padres están muertos y no pueden testificar que me obligaron, pero no importa.
-Lo siento...
-Nada no te preocupes, por cierto me tengo ir mi vista empieza en cinco minutos.
-Suerte Pansy...
-Gracias.
Mientras se alejaba de Hermione, Harry se acercó a ella y la asustó, ya que tenía la mirada perdida en su expareja. El Gryffindor se disculpó y le explicó que tenía que hacer, para su sorpresa ella iba a ser la que testificaria a favor de la Slytherin, le pareció buena idea así que se fue directa a la vista.
Pansy estaba sentada en el centro, mientras le hacían pregunta ella estaba bastante cansada de que repitieran lo mismo una y otra vez, hasta que un momento dado le preguntaron si tenía a alguien que corroborarse su testimonio, ella dijo que no pero alguien interrumpió y ese alguien la sorprendió muy gratamente.
-Yo Hermione Jean Granger, puedo corroborar todo lo dicho por la Señorita Parkinson.
-Bien, ¿tiene algo que agregrar Señorita Granger?
-Si, Pansy Parkinson se le fue borrada la memoria hará ya un año, yo misma se la borre por mi seguridad, según ella me negué pero finalmente lo hice.
-Muy bien, tendremos que hacer algo para saber si eso es verdad, por favor Señorita Granger marchese y déjenos a solas con la Señorita Parkinson.
-Si, señor Ministro.
Le mostró una sonrisa a Pansy y se marchó, se encontró al salir con Draco y Harry que de iban a ir a la mansión Malfoy para descansar, Hermione decidió irse con ellos, ya no tenía nada que hacer allí. Una vez llegaron a la mansión, Harry y Hermione se sentaron en uno de los sillones y se relajaron.
-¿Que ocurrió en la vista de Pansy?
-No lo sé, me tuve que ir antes a petición del Ministro.
-Bueno, esperemos que todo salga bien.
-Si.
Pasaron allí horas, riendose de algunas bromas por parte de Draco, también Harry añadia un toqué diversión mientras que Hermione negaba al ver que ellos dos eran tal para cuál, mientras veía que los chicos se ponían hablar de Quidditch, ella se puso a pensar en Pansy en como le habrá ido todo, si estaba por fin libre y si la volvería a ver. Recordó todo lo bonito de estar con ella, su risa contagiosa, sus bromas, sus espontaneidad, se dió cuenta que con Pansy era felíz y se sentía plena y sabía bien que la azabache le pasaba lo mismo pero que no la recordará era lo peor de todo. El sonido de la puerta la saco de sus pensamiento, Draco se levantó para ver quien era a esas horas y no le sorprendió a Slytherin ver a su mejor amiga en la puerta, con una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Esta aquí?
-¿Quien? Preguntó confuso.
-Quien va a ser Draco, el amor de mi vida...Hermione.
-La- Pansy lo interrumpió en un abrazo cálido. -Si, la recuerdo.
-Corre dentro maldita serpiente.
Pansy sonrió y entró, literalmente corriendo, Hermione y Harry la vieron estaba sonriendo, la sonrisa que la Gryffindor recordaba la que siempre tuvo con ella.
-Así que... Los bueno siempre ganan, ¿no?
-¿Pansy me...me recuerdas?
-Por supuesto que si gatita, ni un obliviate podría con nuestro amor. La castaña corrió hacia su novia y la beso, un beso tan desesperado que mostraba la angustia y el miedo que sintió Hermione durante todo ese tiempo, Pansy en mitad del beso sonrió y con eso le bastó para entender que Hermione Granger siempre sería suya y ella siempre sería de su gatita.
-Te amo con toda mi vida Hermione...
-Y yo también te amo con toda mi vida Pansy...
Se abrazaron, un abrazo lleno de cariño, apreció y amor, algo tan poderoso que ni siquiera un Obliviate pudo ser capaz de eliminar. Su amor sería para toda la vida, ellas lo entendieron ese día mientras veían la estrellas, que de pura casualidad volvieron a estar en el cielo en su reencuentro, haciéndolas entender que su amor nunca tendría final, al igual que pasa con ese cielo tan estrellado y maravilloso, es infinito y ellas también lo eran.

Fin.

One-shots PansmioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora