Una hora de experimentos más tarde Hongjoong ya no sentía una pizca de enojo, porque sí, se había enojado, se había sentido ofendido y menospreciado. No porque fuera inteligente tenía derecho a pensar que los demás estaban muy por debajo de sí.A pesar de ser un fandom extenso, muy extenso, la mayoría de las personas no eran tan fanáticos del El Señor de los Anillos como para hablar Sindarín, incluso Kim consideraba que esa era una habilidad que le avergonzaba admitir que tenía, durante sus años de juventud había sido un geek mucho más obsesivo, pero incluso en el presente, si tenía un mal día se sentaría con TaeBaek, Keyowo y Makki a ver un maratón de El Hobbit.
Por tanto, no le parecía extraño que su protegido asumiera que él no conocía mucho sobre este mundo, menos hablar el complicado idioma. Pero ¿pretender que ni siquiera entendía el inglés? Por favor, no había necesidad de infravalorarlo así. Desde pequeño estuvo expuesto a muchos idiomas, quizás por esto cuando creció se le hizo sencillo adquirir nuevas costumbres lingüísticas y aprender nuevos idiomas.
De cualquier forma, en el laboratorio MinGi había sido tan entusiasta al explicarle en lo que estaba trabajando que Hongjoong se había enternecido y olvidado el enfado. Song parecía un niño pequeño queriendo enseñarles su nuevo juguete a sus amigos, o queriendo mostrarles a sus padres un dibujo que había hecho sobre ellos; sin embargo, sin recibir atención.
Esa comparación le hizo pensar que quizás la infancia de MinGi fuera justo así, después de todo así eran todas esas familias ricas y poderosas, demasiado ocupadas con su propia prosperidad económica y social como para preocuparse sobre la situación emocional de sus hijos.
—¿Te gusta?
—¿Eh? ¿qué cosa? —cuestionó MinGi.
—Explicar tus experimentos. —Song soltó una risita nerviosa ante la pregunta y se tocó la nuca algo inquieto.
—¿Es muy obvio? —preguntó avergonzado.
—Un poco. —dijo Hongjoong con una sonrisa, MinGi se le hacía muy adorable poniéndose nervioso, otra vez le recordaba a un niño pequeño. Claro, porque los clientes no son adorables en cualquier otro tipo de sentido. Su protegido volvió la vista al experimento en completo silencio. —¡Pero es bonito! —exclamó de la nada. Song se volteó a mirarlo con la duda escrita en el rostro. —Me refiero al experimento, er no, digo, a ti, ¡No! Lo de... No digo que tú seas bonito...—entre sus torpes balbuceos MinGi lo miro alzando una ceja. —No digo que no seas bonito, sino...—Kim dejó escapar un largo suspiro y organizó sus pensamientos. —Quise decir que me parece bien que te guste explicar tus experimentos, yo me divierto escuchándote; además entiendo el sentimiento de querer compartir tus logros.
La mirada de Song se veía desorientada, anteriormente Kim había demostrado ser bastante compresivo con lo de su supuesta sexualidad, pero eso era porque el mismo Hongjoong compartía ese aspecto. Realmente no esperaba que su guardaespaldas fuera tan compresivo; desde que lo conoció tenia esta sensación de que podía ver a través de él, que a Kim no le costaba nada descifrar todos sus secretos y entenderlo plenamente. Eso no significaba que confiara en él o que fueran amigos, pero era algo.
Ese hombre no dejaba de sorprenderlo, MinGi se encontró a si mismo disfrutando la compañía de Hongjoong, sintiéndose conmovido por sus acciones. Lo ocurrido en el almacén desató en MinGi sensaciones que casi había olvidado, en su vida solo una persona lo había defendido de esa forma, y esa persona no estaba aquí ahora, e incluso si lo estuviera, ya no lo haría. Por supuesto, Song no necesitaba que nadie lo defendiera a estas alturas de su vida, sabía ser asertivo cuando era necesario y no tenía problemas en ignorar a los demás, pero era lindo, sentir que no estaba solo, pero de nuevo, no significaba nada.
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⋇𝙀𝙭𝙞𝙢𝙪𝙨
FanfictionKim Hongjoong es un guardaespaldas que ha tenido malas experiencias con niñatos ricos. Kim Hongjoong sabe como lidiar con ese tipo de personas. Kim Hongjoong sabe exactamente que esperar de esos borrachos, promiscuos, inútiles y caprichosos nenes...