⋇𝙀𝙭𝙞𝙢𝙪𝙨

⋄mysterion

El teléfono móvil en el suelo estaba desarmado cuidadosamente, cada pieza al lado de la otra, con la tarjeta SIM faltante. No tenía que haberse suavizado, no debió separarse de él, su protegido se tramaba algo extraño. Todo esto era mucho más que solo un padre homófobo. El menor de los Song estaba metido en algo, habiendo conocido muchos como él, la primera suposición fue que era algo relacionado con drogas, pero desechó la idea rápidamente. MinGi era demasiado inteligente para eso, y aun si lo hiciera no le sería fácil esconderlo del personal en casa.

Kim no tenía idea de en qué estaba metido MinGi, pero por sus perros que iba a descubrirlo. Toda esa conversación del poema del anillo tenía que significar algo.

"Tres anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo."

Rocket había dicho que faltaba uno de los Elfos.

Siete para los Señores Enanos en los palacios de piedra.

Los tres chicos en el almacén dijeron que los siete estaban listos.

¿Listos para qué?

"Nueve para los hombres mortales condenados a morir"

El chico musculoso se había referido a los nueve.

Quizás cada raza era una jerarquía entre estudiantes. Siendo los más importantes los Elfos. Lo cual tendría sentido si Rocket fuera uno de ellos, siendo que era brillante en su campo... ¿MinGi también sería un Elfo?

¿Quién era el otro?

"Uno para el Señor Oscuro en su oscuro trono..."

Más bien, MinGi parecía ser el jefe. Toda esta pirámide de mando parecía estar bajo el mando de su protegido. Después de todo, él era el que estaba dando las indicaciones a los demás; pero eso no era lo importante en el momento, necesitaba saber dónde había ido Song y, al parecer, no tenía ni una pista que lo ayudara. Por un momento consideró buscar por toda la universidad, entonces fue asaltado por la idea de que MinGi podría estar fuera de las instalaciones, las cuales eran bastante grandes y laberínticas, pero no tenía ni idea de por dónde empezar y no podía solo quedarse ahí sin hacer nada. Con prisas se encamino hacia el descanso de la escalera, recordaba haber visto un mapa del edificio en aquella pared llena de papeles y carteles.

Unos quince minutos después Kim estaba interrumpiendo ruidosamente en un aula del último piso. El golpe de la puerta corrediza sorprendiendo al grupo de estudiantes que estaba reunido dentro, la expresión en el rostro de MinGi invaluable.

—¿Qué...? ¿Cómo...? Pero...

—Ven. —fue lo único que salió de la estrangulada garganta de Hongjoong quien estaba apoyado en sus rodillas jadeando un poco.

—No entiendo... ¿Cómo es que...? —MinGi apenas había salido de su aparente estado de shock.

—Dije que vengas. —escupió Hongjoong y la profundidad y seriedad de su voz causaron una sensación incómoda en todos los presentes. MinGi obedeció y lanzándole un papel a Wooyoung se marchó con el guardaespaldas.

Caminaron en silencio por los pasillos un rato, Song siguiendo a Hongjoong. —¿Cómo es que me encontraste?

—¿Por qué te fuiste?

Kim no recordaba estar tan enojado y confundido hacía un buen tiempo por lo que cada una de sus palabras salían de su boca cargadas de ira con un tono helado que no hacía más que poner al otro nervioso en extremo. Antes de que MinGi tuviera la oportunidad de responder habían llegado al vestuario donde estaban anteriormente. —Recoge tus cosas. —le indicó Hongjoong secamente.