Capítulo 1

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-Sabes perfectamente que si lo haces no hay marcha atrás

-Lo sé, pero prefiero hacerlo antes que seguir solo en mi realidad......



Supongo que comenzaré. Me llamó King y hace tiempo que quería contar esta historia. Todo empezó un verano hace mucho tiempo; me encontraba acostado en mi cama pensando en lo que pasa a mi alrededor (en realidad casi no pasaba nada), y fue entonces que me dio hambre, bajé a la cocina a ver que había para comer. Afuera brillaba el sol con un poco de viento, el tiempo idea para salir a pasear con alguien o solo, en mi caso para mí eso era aburrido, pasaba que si salía solo veía parejas y me deprimía o me recordaba que estaba solo; hacía tiempo que la mayoría de mis amigos habían salido de la ciudad, hasta mi hermana me había dejado para ir a estudiar, así que estaba solo. Sucede que en ese momento miré por alguna razón extraña a la ventana, y ahí la vi, era algo que mis ojos jamás habían presenciado, era simplemente hermosa, su cara, su cabello, sus ojos, su cuerpo, absolutamente todo de ella era hermoso y perfecto. Pensé que jamás la iba a volver a ver en mi vida así que traté de mirar hacia otro lado, pero no podía apartar la vista, después miro en la misma dirección en la que yo estaba, así que me escondí rápidamente para que no me viera, luego de un rato se fue así que salí de mi escondite y seguí con lo mío.

¿La viste? - me preguntó es molesta voz en mi cabeza

-Claro que la vi – contesté un poco irritado

- ¿No es linda? – parecía que me iba a volver loco

-Claro que es linda, pero no nos vamos a volver a ver – le dije impacientemente

- ¿Cómo estás tan seguro?

-Hay muy poca posibilidad de volver a ver a alguien desconocido en una ciudad de un millón y medio de habitantes – conteste molesto

-Mmmmmm, creo que tienes razón, pero siempre queda la más mínima posibilidad de cualquier cosa

Él siempre me molesta; algún día le pregunté qué o quién era, pero solo me contesto ARLEQUÍN, y luego empezó a reír, hasta el día de hoy no me ha revelado otra cosa, puedo decir que como una voz en mi cabeza pero que siempre me molesta.

Luego de ese verano regresé a clases, todo era monótono y aburrido como siempre, nada había cambiado, los mismos salones, los mismos compañeros, los mismos maestros, todo era gris y aburrido; entré a mi salón con normalidad y me senté, igual que siempre, y cuando entro el maestro al salón la volví a ver, esa hermosa joven. Se presentó como Diane. Acto seguido se sentó a un lado de mí y me habló por primera vez

-Hola- me sonroje al instante y no puede hilar alguna frase o contestación- espero que seamos buenos amigos, al parecer de ahora en adelante me sentaré a tu lado así que si tienes algún problema me lo puedes decir- solo pude asentir y voltearme para que no viera mi cara roja.

Todos los días me saludaba como si fuéramos conocidos o amigos o algo parecido, pero supongo que solo lo hacía para ser amable. Pensé que Diane era de esas niñas que les gustaba esos estudiantes fuertes y atractivos, pero al parecer era una niña amable con todos, hasta con los raritos que se sentaba en la esquina del salón, pero no podía suponer hasta no conocerla así que pensé en interactuar más con ella, al fin y al cabo, si le hablaba no se iba a interesar en mí, piénselo, un niño flacucho que apenas si media 1.60 cm de altura así que si le hablaba de vez en cuando todo iba a estar bien




Me gustas cuando somos dos (Diane x King)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora