Aquí no hay secretos.

capitulo 1

Un día como cualquier otro, desperté gracias por el ruido ocasionado por Chester, mi mascota. Salgo de la cama, aún con sueño, quiero seguir durmiendo, quedarme en cama por siempre pero no se puede, hoy después de 5 años viviendo en la gran ciudad, he conseguido el trabajo de mis sueños. Aunque, sigo sin creer que hace 5 años dejé mi pequeña ciudad para cumplir mis sueños estoy muy feliz, eso es lo que me anima a despertar, el saber que no es un sueño, y es mi realidad, me motiva a seguir.
Eligo la ropa que usaré hoy, es un día excelente para un conjunto de invierno.
Decido usar una blusa blanca de mangas con una falda oscura, una gabardina y botas, realmente hay frío en la ciudad de Nueva York. Despues de elegir un buen conjunto, me dirijo al cuarto de baño. Al salir de la ducha, comienzo a vestirme, y aunque dudo un poco en mi ropa, desecho esos pensamientos de mi mente. Decido hacerme un maquillaje sencillo, pero muy lindo, pinto mis labios con un rojo escarlata, y me aplico un poco de base liquida, y en seguida me doy cuenta de que no debí hacerlo, luzco más pálida de lo que ya soy.
Retiro el excedente de maquillaje de mi rostro, me hago un delineado sencillo pero perfecto.
¿En qué forma llevaré el cabello?
Opto por no esconder el flequillo, Decido llevar el cabello suelto, planchado.

Me despido de Chester cuando estoy lista, tomo mi bolso, y salgo del departamento en camino al ascensor

El camino al edificio de mi nuevo trabajo es tranquilo, pongo un poco de música en el auto mientras manejo en las muy transitadas calles de Nueva york
Cuando al fin llegó a mi destino, aún tengo minutos de sobra, sigo sin poder creerlo, trabajaré para la marca de ropa y cosméticos más reconocida en toda Europa y parte de America.
Justo antes de entrar mi celular vibra, es mamá quien llama para desearme suerte en mi nuevo trabajo, así que contesto

-Sof! Cariño es muy tarde? Recién me despierto, y no podía dejar pasar tu primer día en el trabajo de tus sueños

-Mamá, buenos días, estoy en el estacionamiento del edificio, es inmenso! Sigo sin poder creer que he logrado entrar a este trabajo, y te agradezco tanto que me llames, estoy de nervios.

-Cariño, no me lo perdería por nada, haz soñado con ese puesto desde que saliste de casa a estudiar y trabajar en la gran ciudad, estoy muy orgullosa de ti, hija.

-Te quiero demasiado madre, tus palabras me hacen sentir muy bien, pero tengo que dejarte porque necesito entrar al edificio ya.

-Claro princesa, éxito! Hoy será un día excelente, papá te manda saludos y felicitaciones.