Aquí no hay secretos.

capitulo 8

Desperté, y soñé con él. Si sigo despertando de tal forma por las madrugadas tendré ojeras muy pronto. Hoy desperté más temprano que de costumbre, me iré en taxi, y encontrar un taxi en esta ciudad es casi imposible. Cuando me he bañado y alistado, tomo mis cosas y salgo de mi habitación. Lexi está en la cocina. ¿Que hace despierta tan temprano?

-Buenos días Sofi.

-Hola Lexi, ¿Que haces despierta?

-me avisaron que tengo una videoconferencia a las 7:30, no puedo tener cara de recién levantada.

-Oh perfecto cariño, que te vaya excelente, yo tengo que irme ya.

Salgo del apartamento mientras veo a Lexi despedirse con las manos. Hay mucho frío, nunca había estado tanto tiempo en la calle a esta hora. Intento buscar un taxi, pero ninguno se detiene. comienzo a creer que no llegaré. Son las 7:00a.m. y encuentro ningún solo taxi disponible. Justo a las 7:20 un Audi R8 se detiene junto a mi, no es posible. Matteo se baja del auto.

-Buen día, Sofía. Pensé en que jamás encontrarías un taxi disponible, y menos en esta zona. Así que me tomé el tiempo de pasar por ti.

Dios, en estos momentos quiero darme la vuelta e ir a otro lugar a buscar un taxi. No quiero subir a su auto, pero necesito llegar a la oficina, ¿Que hago?

-¿Entraras al auto?

No me quedara de otra, tengo que subirme para llegar a tiempo.

-Sí, gracias por pasar por mi.

Cuando arranca, el silencio abunda. Poco antes de llegar al edificio comienza a hablar

-Disculpa si fui un poco grosero ayer.

¿Poco? Me disculpé y me ignoro, eso no es ser poco grosero, es ser MUY grosero.

-Sí, no hay problema entiendo que son temas personales.

-Te parece si a la hora de comer te invito a comer fuera? No es cómodo comer en la oficina

No se si sea apropiado aceptar, pero lo haré por cordialidad.

-Sí, está perfecto, pero primero deberíamos avanzar el trabajo que no hicimos ayer.

-Me parece perfecto.

Al entrar al edificio, la recepcionista me ve mal, saludo dando los buenos días, pero no responde, no había comprendido porque, hasta que en mi mente pasó la respuesta, a Karla le gusta Matteo! Debí notarlo antes, las miradas y el tono en el que le habla. Jajajaja, debí saberlo.

Después de trabajar todo el día, dan la 1p.m. y llega la hora de la comida. Salimos y nuevamente, Karla me mira con odio, es muy extraño. Llegamos a un restaurante de comida italiana, claro es italiano. durante la comida no hablamos de otra cosa más que de trabajo, cuando por fin encuentro otro tema, es de mi auto.

-Matteo, ¿Cuando estará listo mi auto?

-Creo que hoy ya podrás llevártelo, no era nada grave por lo que me dijo el mecánico.

-Perfecto, muchas gracias. ¿Sabes cuánto me cobrará?

-No es necesario, es el mecánico que trabaja con mi familia y se le paga un cuota mensual.

WOW, ¿prácticamente me acaba de contar que tiene un mecánico a disposición de su familia? Que extraño, aún así, debo pagar.

-Bueno, ¿entonces cuando debo pagarle a tu familia?

-Sofía, no es necesario, en serio.

-Claro que lo es, es mi auto y no me siento comoda dejando que tú o tu familia paguen la reparación.

- Si insistes, hablaré con el mecánico para que le pagues directamente a él.

-Gracias, me parece excelente, ¿Nos vamos? Es hora de seguir trabajando.

-Eres tan responsable con tu trabajo.

-Sí, así es. Quiero impresionar a Alessa.

Pedimos la cuenta, y me ofrezco a pagar, pero el se niega.

-Fui yo quien te invitó, yo pago. Cuando me invites tú, pagas tú.

Oh dios, eso quiere decir que habrá una próxima vez? Me encantaría pero, siento que él es algo complicado.

-Perfecto, entonces te invito a comer mañana.

Y sí, nuevamente no pensé lo que dije, pero bueno. Ya lo he dicho así que no tengo de otra.

-Perfecto, pues acepto.

De camino al auto, ninguno de los dos habla, es muy extraño porque en momentos así me intimida mucho, pero cuando estamos en una conversación, me siento en confianza, como si lo conociera de toda la vida.

De regreso al trabajo, pedimos las llaves de mi auto en recepción, no debí darme cuenta de la actitud de Karla, ahora no puedo evitar ver sus reacciones y gestos.

Al llegar la hora de salida, comienzo a guardar mis cosas, cuando alzo la mirada, están los ojos verdes fijamente en mi, me siento expuesta. decido ignorarlo, me incomoda pero a la vez me gusta.
Justo antes de entrar al ascensor inicia una conversación.

-¿Entonces mañana tu invitas la comida?

-Así es, espero te guste el picante.

-¿Picante?  ¿A qué te refieres?

-Pues, hoy me llevaste a un restaurante italiano, tu familia es de Italia. Mañana yo te llevaré a un restaurante mexicano, mi familia es Mexicana.

-Creo que en mis 28 años, jamás he comido algo originario de México, tampoco he ido nunca.

-La comida mexicana para mí es lo mejor. Te fascinará. Y respecto a visitar México, únicamente he ido 3 veces, a distintas ciudades.

-Espero me guste.

Ambos salimos del ascensor.

-Hasta mañana, Sofía.

-Hasta mañana, Matteo.

Camino hacia mi auto.

Estoy tan... ¿feliz? Matteo causa algo en mi que no puedo explicar, sí Matteo me gusta y tan solo llevo 3 días de conocerlo. Y si lexi tenía razón sobre el amor a primera vista? O sea... No siento amor por él, pero si me siento sumamente atraída, ¿El sentirá lo mismo? ¿O solo me ve como su compañera de trabajo? Arrancó y me pongo en marcha camino a casa. Cuando llego lexi me dejó una nota. Quería contarle lo que sucedió hoy.

    Sofía:
Hola cariño, he salido a la oficina, pasare a mi apartamento por unas cosas y regreso, ya le di comida a Chester, regreso más tarde.

Lexi

Genial, ahora que haré el rato libre. Se me ocurrió algo, pero no sé si Lexi quiera. ¿Y si le pido que se mude conmigo? Cuando nos conocimos éramos Roomies, y podríamos volver a serlo, pasamos mucho tiempo solas. Le comentaré que le parece la idea, ya que mi apartamento lo he comprado y ella renta.
Me doy un baño y después tomo un poco de comida que quedó de la noche anterior y reviso los diseños que llevo hasta hora, planeo hacer varios para después ir descartando y añadiendo.
Lexi llego a las 8:00 p.m. planeaba contarle lo que había pensando, pero ambas estábamos cansadas, decidí que lo haría mañana. Nos despedimos y cada quien fue a su habitación a dormir.