14-03-2009

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14 marzo de 2009

Ayer Niall me hizo la sorpresa que lleva toda la semana comentándome y he de decir que fue precioso.

Fuimos al bosque tras salir del colegio e hicimos un picnic. Él y su madre prepararon un almuerzo riquísimo del que no quedaron sobras y, tras acabar, fuimos a dar un paseo y encontramos un lago precioso de agua cristalina a unos cinco minutos de nuestro sitio. Nos sentamos a la orilla y comenzamos a hablar de la vida, del futuro, del pasado y del presente.

Le conté la historia de mi madre biológica, cosa que había nombrado de pasada pero no había contado completamente al detalle. Derramé alguna lágrima mientras lo hacía y él me abrazó muy fuerte dejándome saber que ella estaría muy orgullosa de la persona en la que me he convertido y yo creo plenamente en ello.

Cuando llegué a Irlanda me encontraba en un momento bastante oscuro de mi vida, lo de mamá había pasado en diciembre y yo realmente no me sentía con fuerzas de seguir adelante. Ya había aplicado para venir de intercambio y me confirmaron que me habían aceptado en enero pero yo no tenía ganas de venir... Solo quería estar en mi cama y no salir nunca más.

Entre beso y beso el tema volvió a salir de nuevo, me voy en dos días y no sé qué será de mi ni de nosotros después. No puedo imaginarme un día sin ver su sonrisa cada mañana o sin ver sus ojos brillar al verme... Realmente me da miedo volver a caer en la oscuridad sin él a mi lado.

A una tormenta de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora