16-03-2009

107 14 38
                                    

16 de marzo 2009

Mi historia en Irlanda ha finalizado definitivamente. Ahora mismo estoy escribiendo desde el avión rumbo a Málaga y no sé cómo me siento al respecto.

Tengo unas ganas infinitas de abrazar a la abuela porque sé que me ha echado mucho de menos y, aunque nunca me lo dijera cuando hablábamos por teléfono o por videollamada, sé que lo ha pasado muy mal estas seis semanas.

Yo perdí a mi madre hace tres meses pero ella perdió a su hija. Soy lo único que le queda de ella y, teniendo en cuenta que soy su réplica en todos los sentidos, sé que siempre que me ve la recuerda y eso no me molesta para nada.

Por otra parte, anoche Niall y yo nos despedimos finalmente. Fue muy duro pero necesario.

Bea esta destrozada y en mi vida había visto a Sergio tan mal. De los tres creo que, sorprendentemente, soy la que mejor lo lleva. Tal vez sea porque lo tenía más que asimilado y porque estoy cien por cien segura de que nos volveremos a ver.

Dejar a Ada atrás me ha dolido muchísimo y menos mal que no ha traído a la pequeña porque entonces no habría sido capaz de irme. Me ha dejado claro que las puertas de su casa están abiertas para mi, y siempre lo estarán, por lo que haré todo lo que esté en mis manos para volver a verlas.

Y bueno... Creo que está todo más que dicho, o más bien escrito.

Pero por último, tengo un mensaje para ti.

No sé quién eres ni por qué estás leyendo esto pero te daré un consejo, el último que recibirás de mi y el más importante de todos.

Aprovecha todas y cada una de las oportunidades que te dé la vida porque nunca sabes que puede pasar. Ríete siempre que quieras, llora siempre que lo necesites y lo más importante: ama a las personas sin tener miedo a lo que pasará en un futuro. Siempre que seas feliz, aunque sepas que luego estarás mal y sufrirás, valdrá la pena. Confía en ti y en el destino, lo que está echo para ti siempre será tuyo.

Sin mucho más que decir, gracias por acompañarme en este viaje tan lleno de emociones. Espero que seas feliz y que, si no lo eres, tengas claro que pronto lo serás. Tienes todo mi apoyo para conseguirlo.

Con muchísimo amor y cariño,
Mar García, una simple chica de casi 16 años y un corazón roto.

A una tormenta de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora