Señorita Kim | Jenlisa

CAPÍTULO 1

-Así que tu eres el que se hace llamar RM - Jennie paseaba por aquel sótano donde habían muerto varias personas, estaba construido en una parte baja de Kim's House, donde nadie podrá escuchar los gritos de tortura de aquellas personas

Jennie hizo una seña con los dedos para que sus secuaces le quiten la venda, en total eran seis personas en aquella habitación, Wang y sus dos mejores trabajadores, RM, Chou y Kim

-¡¿Que quieres de mi, maldita!? - aquel hombre de mayor edad, amarrado en aquella silla, forcejeaba como si tuviera escapatoria a lo cuál Jennie soltó una carcajada

-No tienes salida, así que es mejor que cooperes

-¿Podemos divertirnos con él un rato? -Chou , después de tantos años, ahora su mentalidad era la misma que Jennie

-El de aquí, no saldrá vivo, así que ¿Porqué no?- al hombre le temblaban las manos - Bien, empecemos, si según mi madre era el amor de tu vida ¿Porqué la mataste? - a aquel hombre se le abrieron los ojos demasiado grandes, identificaba el parecido de la chica ahora

-No voy a responder nada

-No te estoy preguntando si quieres responder o no, ¡Te hice una pregunta, imbécil! - terminó el insulto y dirigió su puño a la mandíbula de aquel hombre haciéndolo sangrar rápidamente - No sabes cómo me contengo para no matarte aquí mismo, pero tienes que sufrir así como sufrí yo hace siete años, déjame decirte que no fuiste fácil de buscar, muy buen trabajo - golpeó repetidamente las mejillas de aquel hombre - Pero al fin te encontré, y no vas a salir de esta

La sonrisa que formó Jennie daba terror en aquel instante

- Mis hombres ya deben estar con tu noviecita, déjame decirte que salir con una niña de 18 años es muy enfermo - Jennie hizo una cara de asco -Pero ambos sabemos que sólo quiere tu dinero, pero no te preocupes, la venderemos a un buen precio - el hombre quien se mantenía callado, solo soltó un gruñido de frustración - Amabas a mi mamá, pero como era demasiado feliz junto a mi padre, decidiste matarlos....

Jennie se acercó a una de las repisas de aquel lugar y encontró una pequeña navaja, su favorita

- Pues vas a sufrir igual - su sonrisa se ensanchó enormemente igual a la de Chou y los tres hombres más

Sabían lo que se venía

Y no era nada bueno

- Mi padre era un buen hombre ¿Sabes? -Jennie se acercó y ordenó a sus dos hombres que agarraran las manos de su nueva víctima - Debiste dejarlos ser felices - y sin más, cortó el dedo índice de aquel hombre haciéndolo gritar de dolor

- ¡Ahhhhhhhh! - aquel hombre gritó hasta más no poder con un segundo dedo cayendo al suelo

-¡Cállate, maldita sea! - Jennie clavó aquel objeto en su mano

- ¡Ahhhhhh! ¡Lo siento! ¡No quise hacerlo! ¡Yo la amaba pero ella a mi no! - eso enfureció a Jennie y sacó un arma de las ligas entre su pierna, siempre la colocaba en aquel lugar y disparó hacia el costado de aquel hombre haciéndolo gritar nuevamente

-¿No has escuchado la frase 'amar es dejar ir '? -Jennie vió cómo aquel hombre se retorcía de dolor, está de más decír toda la sangre que chorreaba por aquel lugar - ¿Quieres que saque la bala? - preguntó pero el hombre no respondió aguantando el dolor - Tomaré aquello como un sí, toma Chou sacala - guardó su pistola en el mismo lugar y entregó la navaja a su amiga

Esta sonriente la tomó dirigiéndose al hombre quién ya empezaba a desmayarse por la sangre perdida

- Diría que dolería un poco pero no es comparado con el dolor de Jennie durante tantos años - y sin más, Chou introdujo el objeto en el lugar del disparo

-¡Ahhhhhh! - gritó - ¡Si me van a matar, háganlo de una puta vez! - Chou empezó a meter y sacar la navaja del costado de aquel hombre sin encontrar la bala

- No es tan fácil, debes sufrir primero, si amabas a mi madre debiste dejarla ser feliz, ahora estás pagando las consecuencias, bueno ahora que lo recuerdo, a mi padre le cortaron el brazo, lastima que no tengamos una navaja más grande. Esto va a doler - Jennie hizo un puchero sarcástico mientras el hombre de retorcía de dolor por los navajazos de Chou

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- Quemen las partes del cuerpo o arrojenlo a algún río - aquel hombre ya no existía, fue cortado en varias partes, pero a Jennie no le importó

Nada le importa

Salió de aquel lugar con lágrimas y una sonrisa, al fin había hecho justicia para sus padres

RM era otro sicario que conoció la señora Kim en una de sus reuniones, fue difícil encontrarlo pero al fin tuvo su merecido

- Hola mamá, Hola papá - Jennie se encontraba frente a la tumba de sus padres arrodillada ante las lápidas

Lo único que realmente la hacía feliz eran aquellas personas fallecidas y su hermana

- Al fin lo logré, se que no querían que este fuera mi futuro pero necesitaba vengar la muerte de las personas que tanto... Que tanto amo - sus lágrimas salieron al instante, nadie jamás había visto llorar a Jennie Kim, de hecho no lloraba pero esto era lo único que la hacía débil

La única debilidad de Jennie

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Fue un día agitado para Jennie, no durmió en toda la noche, pero en un par de días su hermana llegaba de su luna de miel, debía ocuparse de los asuntos de Kim's House, además su próxima mercancía de sustancias ilícitas y algunas que otras chicas en ventas la tenían estresada

Se dirigió hacía un pequeño café donde no iba seguido, no era tanto de su gusto

Caminaba hacía el lugar fumando su cigarro, les había dado el día libre a sus empleados porque se estresaría más si seguía trabajando, así que necesitaba un café de urgencia

Lo había visitado una vez con Chou, siendo casi las 7:00 p.m. Entró al lugar apagando su cigarro en la puerta, una vez dentro del café, pudo divisar a la chica linda que vió la primera vez que estuvo ahí en uno de los asientos alejados tal y como recordaba.

Aquella chica que llevaba viendo por algunos días.