Señorita Kim | Jenlisa

CAPÍTULO 45

- Cuándo Marco me dijo que el auto no frenaba, me desesperé mucho, sabíamos lo que iba a suceder, de pronto Marco me dijo que cuidara mucho de nuestra pequeña Lili y me arrojó por la puerta del auto antes de caer al barranco, yo perdí el conocimiento al golpearme en la cabeza fuertemente, desperté en un hospital lejos de aquí que no reconocía, no me reconocía... Jinyoung fue amable conmigo, el fue el que me encontró cuando perdí el conocimiento, me llevó al hospital en donde decían que perdí la memoria - relataba Malai con lágrimas en los ojos

Mark estaba en su silla de ruedas escuchando atentamente a lo que relataba su hermana, el hombre estaba asustado, completamente asustado pero no menos que cuando estaba con Jennie, él sabía que fue él responsable del acontecimiento, Malai sobrevivió al accidente... Si tan sólo se enterara, estaba acabado..

Mark no sabía que Malai sabía que él era el responsable del accidente, lo vió acercarse al auto de su difunto esposo antes de partir, solo necesitaba saber dónde está su hija y a eso la ayudaría su hermano, luego lo metería en la cárcel, agradecía a la persona que había dejado a Mark inválido

- Perdí la memoria, Jinyoung me llevó a su país, Corea, me casé con el hace 3 años cuando supimos que íbamos a tener un bebé, él tiene una hija que adoro con mi vida, nunca quise saber de mi pasado porque pensaba que mi vida no era tan buena cuando nadie fue a buscarme al hospital... Hace pocas semanas recordé mi vida pasada, han pasado casi cinco años desde entonces, recordé a mi pequeña Lalisa, ya no debería estar pequeña - rió mientras limpiaba sus lágrimas

- S-sueltalo y-a Malai... N-no creo que e-estés aquí porque m-e extrañaste - respondió Mark con desagrado

- Quiero saber donde está Lalisa, Mark ¿Dónde está mí hija?

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Jennie no pensaba claramente, el imbécil de Kang la tenía comiendo de su puta mano, no se dio cuenta de la hora por estar metida en sus pensamientos, no dejaría que nada malo le ocurra a su familia nuevamente, se lo prometió, ahora manejaba directo a casa, colocó una sonrisa en sus labios pretendiendo que nada pasaba aunque por dentro ella temía por todo

- Hola Lili.. - Jennie llegó hasta donde su esposa estaba acostada y dejó un pequeño beso en esos labios que amaba

- Hola mi amor, ¿Porqué esa cara? ¿Te fue mal? - preguntó la peliverde con una dormida Lía entre sus brazos

- ¿Q-qué? Amh, no.. Solo estoy cansada.. - Jennie desprendía su blusa hasta quedar en sujetador logrando distraer a Lisa

- Juro que uno de estos días enviaré a Lía a su habitación sin que su puchero me convenza - habló con cierta seducción, la pequeña siempre sobornaba a sus madres con berrinches hasta quedarse durmiendo en aquel lugar favorito

- Voy a bañarme, te amo.. Las amo - Jennie dejó un beso en los labios de Lisa y uno en la frente de Lía, tal vez el baño logre sacarle toda la preocupación y enojo

- ¿No vas a cenar? - Lisa comentó

- Estoy muy cansada, luego veré - Lisa asintió no muy convencida, hizo un mohín para que Jennie la vuelva a besar, una vez realizada la acción, se dirigió a bañar

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- ¡Maldición! ¿Dónde puede estar esa puta llave? - la castaña maldecía bajito para no despertar a su esposa y a su hija

Jennie rebuscó por todo el lugar tratando de encontrarla, sin ningún éxito, luego recordó las palabras que le había dicho Lisa anteriormente

Se dirigió hasta la dormida peliverde y alzó un poco su pantalón de pijama logrando divisar el hilo que amarraba la diminuta llave a su tobillo, celebró al instante, si eso haría que Kang se alejara, definitivamente tendría que hacerlo así Lisa se enoje