CAPÍTULO 23

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Maratón 1/3

- ¿Eh? ¡no! - el rubor en las mejillas de Lisa se hizo presente cuando Jennie sostuvo el libro en sus manos y lo quitó de estas - E-es un... es un libro para la clase de anatomía.... debió leer mal - Lisa como pudo, guardo el libro y Jennie se contuvo para no soltar una carcajada, la coreana asintió poniendo en marcha el auto

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- Tengo trabajo que hacer mi amor, prometo llegar temprano - dijo mientras juntaba sus frentes, Jennie llevaba un vestido rojo ajustado al cuerpo y tacones negros altos mientras Lisa tenía puesta su pijama lista para dormir sentadas al borde de la cama

- No me gusta que trabaje a ésta hora y de esa... manera - señaló la prenda que tapaba el cuerpo de Jennie, eran casi las 10 p.m. - Si se va a ir a alguna fiesta y me está mintiendo...

- A ver Lisa - Jennie se puso de pie - No tengo porque estarte mintiendo, tengo trabajo ahora solo que es una reunión de negocios en otro lugar - dijo dulcemente

- Entonces quitese eso y póngase algo que la tape - la furia de Lisa era notoria, le daban muchos celos al ver a su novia vestida de esa forma y saber que habrá hombres mirandola, sus manos se cerraron en puño al escuchar la carcajada de Jennie

- Lisa, tu no tienes porque andarme pidiendo con que tengo que vestirme ¿Qué diablos te pasa? - Jennie frunció su ceño, también empezaba a enfurecerse

- Sí no se coloca otra ropa, no irá a ningún lado - Lisa cruzó sus brazos en modo de protesta

- ¡Tú no eres quién para mandarme! - gritó asustando a Lisa, quién hizo lo posible para mostrarse firme pero sus lágrimas ya amenazaban con salir, Jennie bufó molesta, agarró las llaves de su auto y salió, Lisa se hechó a llorar bajo las sábanas ante la salida de Jennie

Cuando ingresó a su auto, guardó su arma, qué estaba escondida en este, sobre la liga de sus piernas, el vestido casi no tapaba por estos lugares así que el arma era casi notoria, y sin más salió de su casa con una furia a mil, cualquiera que llegara a sí quiera mirarla le volaría la cabeza porque no estaba de humor

Salió de la ciudad llegando a su destino, una vez que ingresó al lugar todas las miradas estaban presentes en ella, personas elegantes con copas en manos pareciendo felices, pero eran más el demonio en persona, no estaba de humor y eso la irritó más pero no podía hacer nada así que se dirigió hasta donde divisó a Park quien conversaba con un hombre de traje gris

- Señor Min, ella es mi jefa la Señorita Kim Jennie - la presentó, Jennie fingió una sonrisa, el hombre tomó su mano y dejó un beso en esta para después recorrer su cuerpo con la mirada

- Un gusto señorita Kim, he escuchado mucho de usted - le sonrió el hombre

- El gusto es mío, le tendremos las mejores ofertas señor Min - soltó su mano, el hombre le guiñó un ojo y Jennie lo devolvió - ¿Está todo listo Park? - habló cuando el hombre se fué a sentar

- Todo listo señorita Kim - ambos se alejaron de ahí cuando la subasta estaba por iniciar, Jennie ahora cargaba una copa de vino en su mano para bajar su estrés

Park se subió a la pequeña tarima empezando a presentar a todas las chicas que iban ingresando, unas con sonrisas fingidas tratando de no llorar y otras con sonrisas de verdad, las ofertas no tardaron de hacer presencia por la primera en presentar, Jennie observaba todo con cautela y de brazos cruzados

Jennie sonrió por primera vez en la noche, o madrugada porque eran las 2 a.m., cuando le entregaron su dinero, aunque todo el trabajo lo haya hecho Park, ella era la jefa pero no dudaría en darle una buena recompensa al chico, tenía su mente impresa en su negocio que no se acordó de su novia, la cual ya había parado de llorar

Señorita Kim | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora