Señorita Kim | Jenlisa

CAPÍTULO 14

Lisa caminaba por las orillas de la playa, tratando de controlar sus lágrimas y sollozos, pero era inútil, como ella, eso pensaba Lisa, fue una total imbécil al creer que Jennie podría sentir lo mismo, ella era una princesa al lado de una basura como ella, todo era su culpa por creer cosas que no son

-S-soy una im-becil -sollozaba, una paliza de Alex o su tío Mark dolían menos, quería quitarse la estúpida camisa con aquella frase acompañada de una letra L y otra J, encontró una pequeña cueva a través de las rocas gigantes al final del muelle, donde las olas rebotaban, no sabía cuánto había caminado pero ya estaba amaneciendo

-N-nunca debí venir.. nunca d-debí c-onocerla - sentada contra las rodillas en su pecho y sus brazos en su cabeza, durmió sin ver que la marea iba subiendo cada vez más por las rocas

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Jennie despertaba en su habitación sintiendo un brazo rodear su cintura

- Lili, ¿A qué hora te cruzaste? -preguntó, tocando el brazo un poco más grande de lo normal - ¡Mierda! - se asustó intentando levantarse pero el dolor de su cabeza lo impidió llevando sus manos hacia éstas

- Bebé, vuelve a la cama - saltó de una al escuchar aquella vez

-¿Qué mierda... ?! ¿Quién eres tú? - se puso de pie observando al rubio de anoche -No, maldita sea, ¿Qué hice? -se lamento golpeando su cabeza, pero observó que estaba vestida y el tipo también, suspiró de alivió

En el suelo de toda su habitación estaban durmiendo el resto de las personas que la acompañaban anoche, eso la hizo sentir más aliviada, se dirigió a darse una ducha cuando su pecho dolió

-¿Qué está pasandome? - dirigió su mano al lugar, pensó que era producto de la resaca pero un flashback retumbó en su cabeza, Jennie abrió los ojos enormemente sintiendo sus lágrimas mezclándose con el agua cayendo de la regadera -L-Lili -susurró, para después vomitar todo lo que ingerió la noche anterior

Jennie ya había pasado por eso algunas veces, la droga ingerida siempre hacía ese efecto porque a ella no le gustaba en pequeñas cantidades, sabía que era peligroso pero podía controlarlo, una vez tuvo un fuerte problema con su hermana por eso, discutieron fuertemente y Jennie terminó diciéndole cosas horribles, lamentándose al despertarse al siguiente día, se vistió rápidamente saliendo del lugar, algunos se empezaban a despertar pero los ignoró

-¿Lisa? - tocó la puerta de su habitación -Lili necesitamos hablar - limpió una lagrima mientras llamaba - ¿Lisa estas ahí? -Jennie intentó abrir la puerta y lo consiguió, observando el lugar vacío una vez dentro

'la jodiste Jennie, ahora sí que la jodiste, pero no te sientas mal, eres Jennie Kim, no tienes que llorar por nada ni nadie, reacciona" su subconsciente le gritó cerrando los ojos queriendo que fuera una pesadilla, decidió ignorar todo y salir en busca de la persona que más había lastimado sin mover su arma

Jennie caminó más de dos horas por toda la playa sin encontrar nada, su último lugar era el muelle pero tampoco encontró lo que buscaba, se resignó y dejó salir más lágrimas que limpió rápidamente cuando divisó a un grupo de personas ayudando a sacar a un ahogado del agua

-¡Maldición! ¡Lalisa! -Jennie corrió cómo pudo, al reconocer aquella figura y aquel cabello negro salir del agua, hasta llegar donde ocurrió el hecho - ¡Lili! ¡mi amor! - se colocó de rodillas hasta quedar a la par del cuerpo inconsciente, comenzando a hacer presión, antes de que alguien más lo haga, en el pecho de Lisa hasta que le escuchó respirar

-¿Usted conoce a la señorita? -preguntó una de las personas, Jennie asintió cómo pudo

- ¿Q-qué le ocurrió? - sus lágrimas ya no se detenían a este punto, y más cuando sus temblorosas manos sostuvieron el rostro de Lalisa luego de que botara agua por su boca