Señorita Kim | Jenlisa

CAPÍTULO 15

Lisa limpió su herida tranquilamente, como si nada pasara, su mente estaba en blanco, solo quería salir de ese lugar y regresar a su pequeña casa donde le esperaría una buena paliza de parte de su tío, o que la hayan botado del trabajo porque no avisó que se iría por un par de semanas, ni siquiera sabía porque sus lágrimas ya no salían o porque su estómago ya no dolía, Lisa ya no sentía dolor, ya no sentía absolutamente nada

Aún le quedaban algunos días más, quería agarrar su capucha de siempre de su maleta - ¡auch! - en el intento, tropezó, no tenía sus lentes y eso le dificultaba mucho, una vez que lo logró salió del lugar a distraerse, no sin antes ver a Jennie saliendo al mismo tiempo que ella de la habitación de al frente, pero sólo esquivó la mirada y huyó del dolor

caminaba por la playa observando el suelo y sintiendo como tropezaba con todas las personas, unas aceptaban sus disculpas pero otros la insultaban - ¡auch!

- L-lo siento... yo... - Lisa había tropezado contra otra persona y ambas cayeron al suelo, pero Lisa cayó sobre la otra persona quedando frente a frente - D-disculpe - se puso de pie rápidamente

- Oh, no te preocupes... solo ayúdame a encontrar mis anteojos -

- Aquí tiene - justamente habian caído al lado de Lisa

- Gracias - la chica se los colocó rápidamente - wow eres muy bonita - habló mientras se ponía de pie, Lisa abrió sus ojos y su rostro era totalmente rojo

- ¿Y-yo? no... no lo creo - Lisa empezaba a jugar con sus dedos nerviosamente

- Soy Yuna - la misteriosa chicas extendió su mano y Lisa la estrechó - ¿estás temblando? que tierna eres - la chica le sonrió enormemente, Lisa retiró su mano agachando su cabeza

- S-soy Lisa -

- Iba a una biblioteca al otro lado del hotel, ¿Quieres acompañarme? - Yuna alzó el mentón de la tailandesa con su dedo - Me gusta leer literatura griega

- E-esta bien, a mi también... me gusta leer literatura - aceptó, mientras caminaban, Yuna le contaba miles de cosas que había aprendido en su última lectura de tantos libros, a Lisa le pareció una chica hiperactiva e interesante, sonrió por primera vez en todo el día cuando Yuna tomó su mano para cruzar una calle

Por otro lado, Jennie mandaba a comprar ropa de marca para envolverla en forma de regalo, un gran oso de peluche más grande que ella, un anillo de diamantes y rentó el restaurante principal para dos durante toda la noche, con un gran ramo de lilas, esperó sentada frente a la puerta de la habitación de Lisa

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- M-me divertí mucho hoy Yuna - Lisa regresaba junto a Yuna porque ya estaba anocheciendo

- También me divertí hoy Liz, nunca me habían acompañado y es interesante las preguntas que pueden hacerse entre dos personas - se pararon frente a la entrada del hotel tomándose las manos

- Ojalá nos veamos pronto, encontré en ti la mejor amiga que nunca tuve - Lisa le dedicó una pequeña sonrisa

- ¡awww Liz! - Yuna la abrazó por los hombros y Lisa por la cintura sabiendo que ese era su primer y talvez último abrazo porque Yuna se iba mañana - Nos vemos pronto - Yuna beso su mejilla haciéndola sonreír

- Hasta pronto Yuna - la abrazó nuevamente por la increíble tarde que la hizo pasar, olvidó todo por un momento cuando ambas empezaron a hacerse preguntas raras que no tenían nada que ver con el libro que leyeron

No muy lejos de ahí, una castaña observaba la escena cerrando sus puños intentando contener su enojo, toda la tarde la esperó y se preocupó por su llegada, cuando decidió ir a buscarla se encontró con una escena que hizo a su cuerpo temblar de enojo y tristeza