"Irwin, ¿me estás escuchando o no?" Me preguntó Luke, al notar que no obtenía respuesta de mi parte. Estaba muy entusiasmado hablándome de una fiesta para este Sábado a la cual realmente no me apetece asistir. ¿Una fiesta? ¿Para festejar qué? ¿Mi tristeza? No me importa ni un poco, pero como buen mejor amigo debo escucharle y asentir como robot.
"Eh, sí. Dime."
Desde el fallecimiento de mi ex novia Lindsay no soy el mismo, y lo sé. Eso es lo que todo el mundo me dice, o más bien mi mundo. Mis padres, mis tres mejores amigos, mis conocidos y el psicólogo. Pocas personas pueden imaginarse y darse cuenta del gran dolor que siento, pocos pueden darse cuenta de que no se soluciona con una borrachera en una fiesta, ni pagándole a mil prostitutas. Se trataba de mi novia, la persona con la cual compartí un año y medio de relación. Era la chica más hermosa que había conocido, de las pocas que quedan hoy en día. Nada me gustaba más que su risa por mis chistes estúpidos y salir con ella a caminar por la playa de noche. ¿Por qué tenía que haber muerto? ¿Por qué ella? Si tan sólo yo hubiera estado presente para protegerla de ese asalto. Doce de febrero. Dos días antes de San Valentín, uno de nuestros días favoritos porque planeábamos estar todo el día juntos. Esa fecha de mierda. Hubiera preferido dejar que esa bala perforara mi cuerpo, no el suyo, no su frágil y pequeño cuerpo. Creo que nunca podré superar ese recuerdo, que nunca volveré a amar otra vez como lo hice con ella.
"¿En qué piensas? ¿Una chica?", preguntó Luke. Me dio un golpe con su codo en mi abdomen y me dedicó una mirada pícara, alzando una de sus cejas y sonriendo por la mitad. Eso no fue gracioso, para nada.
"En Lindsay", respondí. En parte, Luke tenía razón pero no estaba pensando en una chica nueva como el creía.
"Tienes que dejar eso de lado, Ash", repitió por milésima vez en su vida mientras daba una mordida a su hot dog. "Por eso mismo, vas a acompañarme a la fiesta de mañana y no te lo estoy preguntando"
"Puedes ir con Michael y Calum, Luke. No hace falta que yo vaya", respondí. ¿Otra vez con lo mismo?
"No es lo mismo si no vas tú, ¿sabes? Además, Michael está enfermo y no puede ir", insistió. "Sabes que las cosas entre Calum y yo no están muy bien. Vamos, Ash"
"¡Vale!", exclamé con hartazgo. Una simple fiesta no era el fin del mundo, al final de todo así Luke ya dejaría de molestarme.
Luke era mi mejor amigo desde el jardín de infantes, desde los tres años. Yo nunca fui el más amigable, por lo que pasábamos mucho tiempo juntos porque nuestras madres son muy buenas amigas de la secundaria. Él acostumbra cambiar de chica en chica desde los quince años, y sigue haciéndolo. Nunca ha cambiado, a veces desearía poder ser como él aunque sea un sólo día. Lo gracioso es que ahora está muy colado por una chica que no recuerdo el nombre, y hace un mes que no me viene con sus anécdotas sexuales de la semana.
Después de escuchar su pequeño grito de felicidad bastante femenino y de terminar nuestros hot dogs, nos despedimos para irnos a nuestros hogares. Ah, hot dogs. Era nuestra comida favorita y acostumbrábamos ir a comer todos los viernes.
Querido Diario, empecé a escribir. Nadie sabía de esto más que yo, pues ya me tildarían de niña adolescente romántica y dramática. Hasta yo me siento gay haciéndolo.
Este sábado, es decir, mañana iré a una fiesta con Luke. Nada más para que me deje en paz y no siga insistiendo con que salga con ellos y disfrute de las mujeres, el alcohol, unos polvos. Aunque dudo poder hacerlo, a decir verdad. Espero tener la oportunidad para conocer a alguien que valga la pena, aunque creo que sería mucho pedir. Jamás reemplazaría a Lindsay con una de esas típicas mujeres que me ha presentado Luke. Ninguna es como ella. Sin embargo, tengo el presentimiento de que esa noche será buena.
Ashton.
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love in september ; ashton irwin
FanfictionDespués del trágico fallecimiento de su ex novia Lindsay Collingwood, Ashton nunca volvió a sentir la famosísima sensación de cosquilleo o "maripositas" en su estómago, ni siquiera una mínima atracción hacia una mujer. Día a día lucha con dejar su p...