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Estoy a media hora antes de irme a la fiesta. Luke pasaría por mí con Calum a las diez y media de la noche, obviamente en su auto de lujo el cual no guardaba ni por un día completo, siempre tenía que presumir al menos un poco.

Me vestí con unos pantalones ajustados color negro, una musculosa bastante suelta y un poco larga color blanco, con el logotipo de una de mis bandas preferidas. Por último, me calcé mis zapatillas preferidas. No era nada diferente a lo que usaba todos los días, sin embargo era ropa que nunca había estrenado.

Estaba a punto de empezar a escribir en el diario otra vez, cuando el sonido del timbre interrumpió mi acto. Estaba seguro de que se trataba de Luke y Calum, así que para que no empezaran a los bocinazos me apresuré para bajar las escaleras después de tomar mi celular. Le di un beso rápido a mi mamá en la frente, que estaba haciendo la cena, y salí de la casa. Como lo esperaba, allí estaba el auto de Hemmings y con él y Calum dentro.

Pasé el trayecto bastante callado, mientras ellos hablaban de lo que harían. Que si se llevarían a alguna a la cama o no, si estaban sus padres en casa y los nervios de Luke por su reciente presa ilusa. Sentía que desencajaba entre ellos dos, pero les tenía una pequeña admiración por ser tan libres y divertirse como alguien de 19 años lo haría, en vez de parecerse a un viejo viudo que vive mirando el antiguo cuadro de su difunta mujer.

"Ashton ya es de los nuestros, otra vez" dijo Hood, tratando de animarme al ver mi rostro desanimado. "Vamos, hermano. ¡Tienes la misma cara de cuando se murió tu pez dorado a los siete años!"

"¿Qué con eso?" rodé los ojos, mirando por la ventana. "Haré mi intento esta noche, pero dejen de joder"

"Eso quería oír, Irwin" dijo Luke, utilizando un tono de padre orgulloso de su hijo.

La charla acabó gracias a que el coche se detuvo en la puerta de una gran mansión. Se notaba que desde temprano la fiesta estaba bastante buena, las luces eran excesivas y la gente llegaba como fila de hormigas. No pude evitar reírme al ver a Luke mirando el trasero de una chica morena que estaba hablando con otra, ese era un indicio que con la otra chica no duraría ni dos horas. Todos vemos traseros y nos encanta, pero es un sacrificio que hay que hacer cuando se está en pareja y Hemmings es incapaz de cumplirlo.

Estábamos parados en medio de la pista conversando sobre lo buena que se estaba poniendo la fiesta y la música, que no era precisamente la mejor ya que se trataba de esa que repiten innumerables veces durante todo el año y hay que escuchar en la temporada vacacional en cada fiesta, estación de radio o supermercado.

"Basura" dijo Calum.

"Creo que prefiero esto antes de algo como la fiesta de egreso de la secundaria, ¿recuerdas?" dije, largando una carcajada. Esa fiesta, si es que así debería llamarse, había sido algo traumante. Los profesores colocaban música de si época y eran los únicos bailando en medio de la pista, mientras con Luke, Calum y Michael nos la pasábamos en la vereda de la institución dibujando con una rama de árbol garabatos en el asfalto o jugando con la consola de Mike.

"Ni me lo recuerden. Tengo que ir al baño, nos vemos" dijo Luke, negando con la cabeza. Lo que daba a entender con el baño, sería irse de cacería. Le hice una seña con el mentón de que vaya, y así lo hizo, después de darme un golpe en el hombro como señal de apoyo.

Mi vista se dirigió hacia Calum. Estaba mirando una chica asiática o con raíces de ese tipo, la cual estaba en la barra sentada bastante sola. Tenía un vestido azul y el pelo lacio y negro hasta la cintura, con una flor plateada a un costado de su cabello. ¿Por qué no iba con ella?

"¿Qué esperas?" Me reí. Me estaba sintiendo mejor.

"No te dejaré solo, pensé que..."

"Nada, Cal. Tú no piensas precisamente. Ve con la chica, a ver si algún día me vienen con sobrinos chinitos." Le dije con una cara burlona, viendo que se sonrojaba.

Ya me había deshecho de ambos. Estaba completamente solo y no tuve mejor idea que ir a la parte trasera de la gran mansión, donde había una piscina y algunas personas sentadas en esas sillas jardineras haciendo lo que yo quería. Incluso había gente bañándose con la ropa puesta, cosa difícil de procesar para mí. Que no pueden esperar al verano.

Saqué mi caja de cigarrillos y tomé uno, para luego encenderlo con ayuda de mi encendedor y darle la primera calada. De imprevisto, sentí un pequeño tirón de mi camisa desde atrás el cual me hizo voltearme. Se trataba de una chica.

"Perdón, ¿me podrías prestar eso?" Me preguntó, señalando mi encendedor. "Es que el mío ya no funciona...", explicó un poco apenada, encogiendo sus hombros. Era una chica con el cabello color castaño claro bastante abundante y casi por su cintura, tenía un vestido blanco y unos zapatos con plataforma del mismo color que la hacían casi de mi altura. Era bastante alta sin ellos, o al menos eso parecía. Linda.

"Por supuesto, ten" le sonreí, dándole el encendedor en la mano. Mi conciencia me decía que le preguntara su nombre. "¿Có-cómo te llamas? Yo soy Ashton".

Eso había sido un avance, aunque había visto que reía un poco con el tartamudeo que había hecho mientras encendía su cigarrillo.

"Anelisse".

love in september ; ashton irwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora