Sin una Razón

~ Capítulo 8 ⇢ El inicio del ocaso. ~

Capítulo ocho.

— Está bien, pase. — Entré y le concedí el ingreso.

— ¿No hay ningún adulto presente? 

— No, mi madre salió junto con mi hermana, pero no deben tardar en llegar. Puedo ofrecerle un poco de agua mientras espera. 

— No, gracias. De todas formas dudo permanecer aquí por mucho tiempo. — Fueron sus palabras luego de tomar asiento.

Al fluir nuestra charla, Odet se mostraba un poco angustiada y perdida, por lo que pensé que lo mejor era detener nuestras palabras y esperar a mamá.

— Odet. — La llamé desde la cocina.

— ¿Si? — Respondió con un tono de sorpresa.

— Ven.

Decidí llamarla ya que su estado de ánimo comenzaba a preocuparme un poco, y temía decir algo que le haga daño. 

— ¿Estás bien?  — Pregunté manteniendo fija mi mirada en ella.

— Si. — Fué su insegura y tambaleante respuesta. — ¿Por qué? — Agregó luego de unos segundos.

— Te noto preocupada, como si nuestra conversación te incomodara. Seguramente vino para ayudarnos, después de todo, no hemos hecho nada malo. Debes mantenerte tranquila, todo saldrá bien, te lo prometo. —  Palabras sueltas surgían de mí, las cuales ni a mí mismo me convencían.

Tras abrazarla para transmitirle seguridad, pude escuchar que mi madre se hacía presente, así que me dirigí hacia la puerta para facilitarle la entrada.

— Hola mamá, tenemos visita. 

— ¿Me ayudas con Abby? — Preguntó empujando la silla de ruedas para avanzar.

— Claro, pasa. — Fue la respuesta que le dí, para luego continuar hacia Abby.

Comencé a dar pasos lentos evitando hacer ruido con el fin de poder escuchar la conversación de mamá con el policía, nunca se sabe la importancia que puede tener el dato mas irrelevante.

— Buenas noches, ¿Qué se le ofrece? — Preguntó mamá de forma algo apresurada mientras dejaba sus cosas sobre la mesa.

— Buenas, La estaba esperando. Traigo información importante, y también me gustaría hacerle algunas preguntas a los chicos. — Tras esto, se dispuso a ponerse de pie.

Luego de dejar a Abby fui en busca de Odet, que aún se encontraba en la cocina.

— ¿Vienes? — Estiré mi brazo en dirección hacia ella.

— Si, vamos. 

Nos sentamos juntos en el sofá, apuntando hacia el policía.

— Bien, pregúntenos lo que necesite saber. — Dije dispuesto.

— Agradezco su cooperación, son preguntas de vital importancia así que agradecería que sean lo mas honestos y claros posibles. ¿Seguros de que faltaba uno de esos tipos cuando lograron salir? 

— Si, seguros. ¿Por qué? — Mis dudas se hacían presentes poco a poco.

— Como saben, hemos vigilado la zona del suceso durante una semana con la esperanza de que ese tipo se haga presente para poder capturarlo. Pero nadie acudió al lugar además de los policías.

— Es decir que el tipo llegó antes de que pudiésemos avisar en la comisaría sobre lo que ocurrió. ¿Verdad? — Fué la manera de manifestar mis dudas y mi prematuro mal presentimiento.