Te vi caminar distraído por el pasillo de la universidad, estabas mirando tu celular, vestido con un polerón negro que te llegaba a los muslos y unos jeans de igual color, también tenías labial — no tan notable —, en tus labios, y unos aros que brillaban y decoraban tus orejas mientras se balanceaban al son de tu caminar. Te veías hermoso e inalcanzable como un Idol. Todos los que se quedaron embobados por unos segundos se vieron completamente cautivados por tu presencia.
Porque sí, sin que te dieras cuenta, las personas que se encontraban a tus costados, incluyéndome, se detenían para mirarte, para nuevamente cautivarme. Para mirar tu sonrisa. Tu mirada perdida. Todo tú era apreciado por ilusos como yo.
Admiramos tu belleza, tu simpleza y elegancia natural.
Cuando por fin pasaste por mi lado me puse nervioso, tragué en seco, quise llamar tú atención, quería que me miraras, y dije algo de lo que ahora me arrepiento.
— Es una promesa — Pasé la punta de mi lengua por mis labios —. Te amaré, nunca te dejaré.
Ni siquiera recuerdo de lo que ella y yo estábamos hablando, no recuerdo si era sobre nosotros, sobre algún amigos, de un futuro juntos, incluso no estoy seguro de si realmente estábamos hablábamos. Sin embargo, lo dije.
La reacción de quién es mi novia no fue más que mirarme sin decir nada, su mano — que seguía entrelazada a la mía —, me apretó y sus dientes frontales mordían — tal vez fuerte, tal vez no —, su labio inferior.
Y, aunque le dije tal tontería a ella, aunque sabía que ella estaba consciente de esa mentira, te estaba mirando a ti, estaba pensando en ti, estaba... amándote secretamente a ti.
En cambio, tu reacción fue inesperada, no estaba entre mis opciones, mucho menos pensé que me dejarías.
Te fuiste corriendo, tus pasos de estar tranquilos comenzaron a andar uno frente al otro con rapidez, no vi tu rostro, tampoco me diste indicios de si me prestas o no tu atención. Por lo que de inmediato supe que alguien te había llamado desde lejos o escrito en el celular.
Por cada paso que dabas, cuanto más lejos te veía, más solo me sentía.
Pensaba: «Pudiste verme... Sabías que estaba aquí»
Te habías ido. Ya no percibía tu presencia, mi cabeza daba vueltas, y ella me miraba curiosa, casi dolida.
No me importó. Ella no me importó.
Y eso me hizo más mierda.
Lo que yo quería no lo logré, no conseguí ponerte celoso, tampoco puede hacer que te acercaras a mí, en cambio, te alejaste, me estás evitando.
«Sabías que estaba ahí. Me viste. Estoy seguro»
Mi mayor miedo se está cumpliendo. Ahora sólo queda quedarme callado.
«¿Por qué me ignoraste?»
Odio fingir que no duele.
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〣El〣 [ᴷᵒᵒᵏᵐⁱⁿ/ᴶⁱᵏᵒᵒᵏ] T°²
FanfictionINSPIRADO EN HEATHER DE CONAN GRAY Fingir es algo que las personas muchas veces están obligados a hacer. Jungkook es un claro ejemplo de ello. ¿Sabes lo que es llevar una máscara para satisfacer a los demás? ¿Sabes lo agotador que es mostrar una son...