Casillero

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Sabía que tal vez no era tu mejor día. Sabía que posiblemente no estarías de ánimo. Yo jodidamente lo sabía... es por eso que no pude evitar buscarte y no sabes lo difícil que fue encontrarte. 

Con la respiración agitada, te vi distraído sacando tus libros del casillero, por lo que, tras un suspiro y un arreglo rápido de ropa, me acerqué a ti, y en un movimiento rápido te saqué los audífonos de tus oídos.

Te sobresaltaste, por supuesto que lo hiciste, y casi se te caen los libros  por ello.

— ¡¿Qué haces?! ¿Por qué me los quitas? — Lo preguntaste con tanta fuerza que me sentí pequeño, algo indefenso, a pesar de ser más alto que tú. 

Debes saber que yo no quería molestarte, solo quería volver a hablar contigo, pero no te culpo, honestamente, hasta ahora había olvidado lo asustadizo que eras.

Sé que hoy no es un buen día para ti. El aniversario de la muerte de tu madre, siempre está presente en tu mente, y a pesar de que no fue la mejor, sé que sufres, y pides a los cielos que te perdone por ser gay. 

— Lo siento, solo quería hablar — Dije entregándole los audífonos. 

— Joder, no era necesario quitármelos... — Susurraste, guardándolos de inmediato en el bolsillo delantero de tu pantalón. Tociste, incómodo y desviaste la mirada. 

¿Por qué te rehusas a mirarme? 

— ¿Qué pasó?

No lo sé, eso me pregunto yo constantemente. Considerando que me es casi imposible acercarme a ti, tampoco se por qué me acerqué. Ciertamente debí haberlo pensado mejor. 

Pero no me arrepiento, porque necesitas a alguien, porque sé que me necesitas aquí. 

— No era nada importante... — Musité rascándome la nuca, nervioso —. Sólo quería que me acompañaras a un lugar.

— ¿Ahora? — Frunciste el ceño.

— Sí... Ahora.

Te hice caminar por todo el campus, en silencio te hice recorrer la universidad utilizando el tiempo del receso para distraer tu mente. 

— ¿Qué quieres lograr con esto? — Preguntaste confundido. 

Pero sé que a veces eres demasiado lento para darte cuenta. 

No nos dirijimos más que un par de palabras, por más que te miré y traté de iniciar una conversación, te esforzaste en evadirme en todo momento. 

— Solo quería pasar tiempo contigo — Admití cansado.

Pude ver un destello de dolor en tu rostro, sé que no te gusta actuar así conmigo... ¿Entonces por qué?

De inmediato detuviste tu caminata. Y tuve un mal presentimiento. 

— Yo no tengo tiempo para esto, Jungkook — Me dijiste con una mueca en el rostro. Moviste tu mano de un lado a otro dando por zanjado el asunto y te diste la vuelta para así caminar nuevamente hacia el establecimiento.

Pero por suerte reaccioné rápido y logré agarrarte del brazo, deteniéndote. 

Gracias a ti me acordé de esas películas románticas. Esas que te esforzaste en describirme cada día, en las que me decías que los protagonistas se aman con locura, que sus sentimientos son poderosos, y que ningún mal puede dañarlas. 

Ahora me arrepiento no prestarte tanta atención en esos momentos. Tu sonrisa y mirada de ensueño cada que narrabas una película eran tan hermosas, tan lindas de admirar. Y yo estúpidamente evitaba quedarme embelasado con tu rostro.

En mi sueño eres mi realidad.

— ¿Qué ocurrió con nosotros?

Por favor, responde, yo solo quiero saber que está pasando. 

— Nada.

Pero en mi realidad somos un sueño.

Fruncí el ceño conteniendo las ganas de gritarte, de exigirte respuestas, de tomar tus hombros y hacer que me gritaras lo que te pasa.

— ¿Cómo que nada? Un día de repente dejas de hablarme y me ignoras, ¿qué mierda te pasa? — Mi voz comenzaba a sonar temblorosa, tragué en seco —. ¿Estás bien?

Me miraste por largos segundos y lentamente dijiste:  — Sí, lo estoy.

Tu respuesta sonó tan insegura, como si trataras de convencerte a ti mismo de que todo está bien. 

— ¿Por qué me mientes? ¿Ya no confías en mí? 

Sinceramente no quiero escuchar esa respuesta, no quiero saberlo, no quiero porque sé que posiblemente esto me causará más dolor. 

Me duele, Jimin

Joder, solo dime... Yo te apoyaría en todo. Hasta en eso que no es correcto. Hasta en lo ilegal, me prometí a mi mismo estar contigo en las buenas y en las malas, pero me la pones difícil al comportante así conmigo. 

Sufro por ti porque no me haces caso. 

Lloro por ti y mis sentimientos no revelados. 

Deseo estar junto a ti, pero es algo meramente soñado.

Tengo miedo. 

— No, Jungkook — nuevamente, te rehusaste a mirarme —. Debo irme ahora.

Te fuiste y yo solo sigo tratando de procesar el vacío y dolor que siento en este momento.  

〣El〣 [ᴷᵒᵒᵏᵐⁱⁿ/ᴶⁱᵏᵒᵒᵏ] T°²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora