Alice Michaelis es conocida como la hija adoptiva de Reborn la cual el encontró cuando esta tenia 6 años, fue entrenada y admitida para formar parte de la décima generación, junto al Hitman, parte a Japón para poder encontrar al siguiente Jefe de la...
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Tsuna y Alice se encontraban recorriendo la zona dispuestos a encontrar otras personas que no tuvieran que ver en este asunto para así ayudarlas. No querían arriesgar a ningún inocente más.
Aunque el castaño no lo notara la joven había vuelto a sentir esa presión en su pecho, tenía que mantenerse tranquila y controlarse, aunque esa sensación sea persistente, no podía poner en riesgo a su jefe o amigos, aun así esa presencia similar a la suya, seguía ahí.
De repente un ruido entre los arbustos a su alrededor llamaron su atención alertando a ambos.
—Debes haber venido a salvarnos —dijo un chico de cabello color índigo y peinado... Raro (para Alice), uno de sus ojos estaba cubierto —Muchas gracias —Se detuvo frente a ellos —Creí que nunca podríamos escapar de este lugar. —
—¿También eres un rehén? —preguntó el castaño poniéndose de pie intentando acercarse a él de igual manera, cosa que no pudo ser ya que su amiga se puso en frente.
—Venir hasta aquí para salvarme —expresó analizando levemente con su mirada a la chica —Debes tener amigos muy fuertes —sonrió levemente.
—B-Bueno, algo así, también hay otra mujer y un bebé —mencionó el castaño rascándose la nuca.
—¿Un bebé? ¿En un lugar como este? —preguntó fingiendo sorpresa e interés, Tsuna explicó levemente que se refería a alguien especial —¿Es fuerte cuando pelea? —aquella pregunta descolocó a Alice, no cualquiera preguntaba eso.
—Yare~ claro que no~ —contestó ahora la pelinegra con una sonrisa falsa —Los bebés no pelean... —Aquel tipo le daba mucha desconfianza.
—Entonces debe hacer algo indirectamente —Esa afirmación ya no le agrado a la chica para nada.
—Es un bebé~... Ya te lo dijimos —Las mirada de ambos se afilaron haciendo estremecer a Tsuna,
El humor de Alice empeoró cuando aquella sensación volvió molestándola aun más.
—¡A-Ah si!... ¿Hay por aquí algún estudiante de Namimori llamado Hibari-san? —indagó el castaño en un intento de interrumpir aquella guerra de miradas.
—Será mejor que busquemos a los demás Tsu-nii~ fue un error alejarnos tanto —tomó la mano del castaño y volteo a ver de forma burlona a aquel sujeto —Si hay más rehenes para ayudar, búscanos por ahora debemos encargarnos de otro asunto. —
Así terminó por jalar a Tsuna para que se marcharan, en verdad ese sujeto no le dio nada de confianza, lo mejor sería marcharse sin armar problema y así seguir con su misión.
Antes de perderlo de vista, el castaño volteo a ver al peli-indigo de nuevo, logrando distinguir en su rostro una sonrisa distinta a la de hace unos momentos, el ojo que llevaba cubierto se descubrió dejándolo ver. Era de color rojo.
