Narradora
Camus tenía en su naturaleza, ser rebelde y no seguir las reglas, sabía también que esto seguramente pronto traería problemas en él. Por esa razón, tenía que aprender a controlar sus impulsos, sin embargo; ahora le parecía imposible, su mente no paraba de pensar en aquella humilde petición que Namida le pedido.Saga lo había adentrado en el templo de Acuario y se encontraba vigilando la salida. ¿Como podría escapar?
De repente, a su campo visual llegaron una preciosas alas, tan brillantes como si fueran diamnates y parecían también, tan ligeras como la tela de seda.
Ese era Iceby, parecía que estuvo escuchando las constantes quejas de su proximo dueño, inclino su cabeza para llegar a la mano del menor y con su sola mirada, aquel pájaro de enorme tamaño parecía hablarle.─Iceby tu... ¿Quieres ayudarme? ─parecía inseguro en su hablar. El guardián, asintio con su cabeza e hizo espacio para que Camus subiera encima suyo. ─Gracias ─dijo con simpleza pero gran sentimiento.
Entonces, el búho alzó vuelo mostrando belleza en sus aleteos y voló encima de todo el santuario, lo hizo todo muy dicretamente pero aún así Camus disfrutó de la hermosa vista.
El galo no podía creer que los demás caballeros se perdieran ver todo el bello lugar, solo por sus tontas reglas.En cuanto descendieron, el ave se quedo a cierta distancia para no ser descubierto, y Camus, avanzaba a paso lento también para evitar ser visto.
Se puso detras de unas rocas, saco levemente su rostro para que se viera solo sus ojos y empezó a observar; discusiones, golpes y grandes explosiones de cosmos.
La mirada del galo solo buscaba a alguien en específico, pero no lo hallaba, pudo ver al aprendiz de Piscis, Afrodita y al actual caballero de dicho signo.
Al parecer el menor peli celeste también estaba intentando atacar a los rivales.─¿Donde estas Namida? ─hablo por lo bajo, trato de sonar calmado aunque en el fondo estuviese preocupado por las cosas que podrían haber pasado.
Al no encontrar mucho, había decido volver y aceptar que no era buena idea. Dio pasos atrás en cuclillas y su mirada aún en frente.
─¡¿Que haces aquí?! ─lo tomó del brazo jalando a su contrario. ─¿Quieres morir?
─¡Namida! Que bueno que estas bien ─se lanzo en un abrazo. No era muy común hacerlo pero su emoción no la podía contener, aún.
─Si me vuelves a tocar... ─lo separo al instante, su fuerza lo empujó al suelo y lo apuntó con su uña roja ─si tus manos o tu cuerpo se acercan al mío, no voy a dudar en hacerte pedazos.─
Camus no comprendía nada, solo pudo sentir como su pecho se lleno de un sentimiento de tristeza y odio compartido. No iba a dejar que lo trataran de eaa manera, y obviamente, si eso incluía alejarse de él, lo haría.
─Tu me pediste que nunca me alejara de tu lado, no entiendo por que me tratas así ─se levanto y dirigio su mirada más distante y fría.
─Que Namida sea tan inservible y dependiente, no es mi culpa... igual, ya nunca lo volveras a ver y yo, me voy a asegurar de ello ─bajo su mano y le dio la espalda ─si no te vas ahora, voy a llamaral patriarca para que te de el castigo que mereces.─
El peli aguamarina estaba más perdido que al principio, pero sería muy incorrecto preguntar en esta situación. Además, lo que le pasaba a Namida o Milo, ahora le daría igual.
Caminó a pasos lentos pero largos, perdido en sus pensamientos y sentimientos. Sin importe si fuera visto.
─Pero miren que tenemos aquí, es muy parecido al recipiente de nuestro señor Poseidón ─una voz burlona sacó de los pensamientos al galo.
A su frente se encontró con dos subordinados de Poseidon, una clase más baja que los siete generales marinos pero también conocidos por sus grandes exitos en sus misiones.
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El recuerdo de tu "Adiós" -AU-
FanfictionRECUERDOS... ─Esos malditos recuerdos hacen que este confundido. Te amo pero al mirarte recuerdo tu despedida ─lo miró con lágrimas en sus ojos ─¿Por que lo hiciste? ─Por que según recuerdo, tu fuiste el culpable de la muerte de Kardia y Degel El pa...