Los rumores en el santuario corrían a mucha velocidad, rumores falsos y algunos casi acertados, pero de todas maneras, Degel había quedado con muy mala imagen para la mayoría. Este hecho ponía de mal humor a Kardia, no le agradaba escuchar comentarios negativos a cada instante, y aunque trataba de limpiar la reputación de su pareja, le era imposible porque el tampoco sabía la verdadera razón de todo.
Pero su deber ahora, era encontrar a Degel y derrotar al ejército de Poseidón. Y aún contaba con una pequeña posibilidad.
─ ¿Estas despierta? No te vayas a quedar callada si me estas escuchando, por que si lo haces, no te ira muy bien ─mencionó cuando entro a aquella cabaña abandonada.
─ Habla ya, estoy seguro que tu también lees esos libros y obviamente sabes como puedo vencer a Poseidón y su ejército ─mostró su afilada uña carmesí y apuntó a la joven.La chica permaneció en silencio, aún cuando su posición allí en el suelo no era del todo cómoda, ella no parecía mostrar signos de molestia.
Su mirada clavada en los ojos de aquél caballero, y su cuerpo tan inmóvil.─ Habla ahora, esto
es por el bien de todos ─se acercó intimidante ante Seraphina.─ Tu quieres matar a mi hermano, no pienses que voy a decir un método ─esta vez arrastro su cuerpo más atrás a como pudo, para no ser cortada a pedazos por el filo de la aguja de Kardia ─para eso tienes a tu patriarca ¿no? Entonces ve y pregúntale a él. ─su voz era tan distinta a la primera vez, aquél día en el cual pedía ayuda desesperadamente. Aunque sus manos y pies le dolían por la cuerda que la sujetaba.
─ Como quieras, pero no pienses que voy a tener piedad en matarte a ti o a tu hermano ─alzó su mano, y de un golpe certero puso inconciente a la chica.
[...]
Después de dejar encerrada a Seraphina nuevamente, empezó a caminar por el amplio bosque.
Ahí, podía encontrar una buena escusa o idea que le ayudarían a convenser al patriarca, para que le dijera el método de vencer a Poseidón.Su cuerpo ahora descansaba bajo uno de los tantos árboles del lugar, el pasto y las flores eran su única compañía, y claro, también estaba alguno que otro animal silvestre.
─ Desde hace mucho que no lo veo, ¿está perdido de nuevo? o ¿perdió a su guardián? ─sonrío en grande.
No sabía la situación por la que pasaba su contrario, y por esa razón ella lo trato así, pero viendo la mirada perdida de Kardia, ella se agacho y movió la mano hasta obtener atención.─ Lo siento, no escuche que dijiste... ehhh y ¿tú quién eres? ─la miro mejor, se le hacía conocida pero no recordaba por que.
─ Aish, yo no debí acercarme ─habló por lo bajo, intentando disimular su vergüenza ─no nada, una vez lo ayude y... no es importante, yo solo vine por aquellas plantas selladoras ─señalo con su mano, se acercó a las flores de color azul que estaban cerca de los pies de Kardia y las sacó con algo de rapidez.
─ Selladoras ¿qué es lo que sellan? ─su curiosidad le hizo pensar cosas que ya ni parecían coherentes.
─ Cuando una persona es atacada por un demonio, un dios caído, o un alma maligna ahí se usa esta planta, tiene el poder se parar el control que ejercen estos seres en una persona ─se paró, puso las flores en su canasto.
─ ¿Sirve para dioses? ─se apresuro en detenerla de su brazo.
─ Si, eso dije ─asintio ─aunque solo para dioses caídos. ─completo su frase, y al instante, el agarré se soltó de su brazo. ─ ¿quieres sellar a un Dios?
─ Si. ─
Fue una respuesta muy corta para la joven, se le paso por la cabeza que quizá Kardia iba explicar sus razones.
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El recuerdo de tu "Adiós" -AU-
FanfictionRECUERDOS... ─Esos malditos recuerdos hacen que este confundido. Te amo pero al mirarte recuerdo tu despedida ─lo miró con lágrimas en sus ojos ─¿Por que lo hiciste? ─Por que según recuerdo, tu fuiste el culpable de la muerte de Kardia y Degel El pa...