cook but in love ლ sunghoon ✔

O4

- Soorim, necesito la salsa de soja - pidió Kazuha mientras terminaba de decorar uno de los platos.

- ¡Voy! - respondió la pelinegra terminando de colocarle dicho aperitivo a los fideos que conllevaban verduras salteadas y camarones.

A comparación de otros días, hoy era un día festivo en el restaurante, por lo que había muchos invitados de parte del dueño del local, era su cumpleaños.

- Sunghoon, ¿ya están las verduras? - preguntó Soorim mientras dejaba los platos listos en la mesada de entrega, al no recibir respuesta, frunció el ceño - Sunghoon, ¿están listas las verduras? - volvió a preguntar dirigiéndose a la cocina.

- Están saliendo -  contestó finalmente - ¿Puedes traerme más morrón y berenjena del depósito, por favor? -

- Enseguida - la chica fue a pasos rápidos a dicho lugar, colocó en una pequeña caja de cartón las verduras pedidas para así volver al sitio donde se encontraba cocinando el pelinegro.

- Gracias - comentó Sunghoon sacando las verduras - Ahí están, procura que haya la misma cantidad de rebanadas de verduras en cada plato - aconsejó de manera amable, tomando por sorpresa a la menor, pero con rapidez asintió y se dirigió a su puesto.

く⁠コ⁠:⁠彡

Todas las comidas planeadas fueron entregadas en tiempo y forma, la entrada, el plato principal y el postre fueron muy halagados por la buena presentación y el buen sabor que conllevaba cada plato.

Ahora todos se encontraban turnándose para lavar los utensilios usados, Kazuha había terminado de lavar todo lo que tenga que ver con cubiertos, platos y tazas medidoras; Sunghoon estaba lavando otros platos y ollas, acomodando los condimentos y tirando la comida sobrante en un tacho de basura para luego tirarla en un pozo para el compost.

- Soorim, tu turno - llamó el mayor mientras agarraba dicho tacho.

- Está bien - contestó la nombrada mientras se ajustaba su delantal, empezó a poner algunas sartenes en el lavabo para que el agua caliente saque las grasas que le quedaban.

- Una de las sartenes está caliente aún, te sugiero que la laves al último - añadió Sunghoon yéndose a un pequeño jardín que había después del depósito, donde se encontraba el pozo mencionado anteriormente.

Soorim miró las sartenes que quedaron arriba de las hornallas, intentando ver cuál era la que estaba con temperatura alta, se encogió de hombros y empezó a lavar las más chiquitas para después seguir con las medianas.

Al terminar, agarró una de las sartenes grandes y la dejó en el lavabo para que el agua caliente hiciera su función, movió sus hombros para atrás haciendo que los huesos de estos suenen, relajando el cuerpo de la pelinegra, su vista se dirigió a la sartén faltante y la agarró, pero rápidamente la soltó al sentir como el calor quemó su mano derecha, causando que deje salir un leve quejido de dolor.

- ¡Soorim!, ¿estás bien? - preguntó Kazuha mientras se acercaba a pasos rápidos.

- Te dije que la sartén estaba caliente - se quejó Sunghoon mientras dejaba el tacho de basura, ya vacío, en su sitio.

- Había como seis sartenes, la próxima específica - respondió Soorim con un tono de molestia.

- Sunghoon, termina de lavar, yo trataré la quemadura de Soorim - ordenó Kazuha, el chico se iba a quejar, pero al ver que ambas chicas se fueron a los vestidores, rodeó los ojos para así hacer caso a la orden de la japonesa.