Clímax de amor

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Debes de pensar que soy estúpido.
Debes de pensar que soy un bobo.
Debes de pensar que soy nuevo en esto,
pero yo ya he visto todo esto antes

Porque cada vez que me abro, duele,
así que nunca voy a acercarme demasiado a ti

[Too good at goodbyes.- Sam Smith]

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Cierra los ojos con frustración, masajeando el puente de su nariz, resopla al acordarse de los inconvenientes que se presentaron a lo largo del día, está cansado y lo único que desea es poder superar los metros faltantes para tirarse a su cama y no ser despertado hasta el lunes siguiente.
Golpea su frente contra el volante de su vehículo, antes de tomar fuerza para ir a la puerta de su hogar.

-Estoy en casa- anuncia perezosamente, rascando su nuca.

-Bienvenido- su mirada rápidamente se desvía de su hermano a una curiosa melena verde que se asoma por encima del sillón.

Shoto le observa con una mueca indiferente a excepción de la ceja que alza cuando mira su acercamiento, no puede culparlo, ha pasado mucho tiempo que no veía alguien acompañando al último de la familia.

-¿Necesitas algo? Podemos ir a mi habitación- niega con la cabeza antes de aclarar su garganta.

El adolescente sube la mirada sorprendido, cara redonda con cuatro graciosas pecas en cada mejilla, ojos verdes como su cabello, parece entrar en cortocircuito cuando en torpes movimientos se pone de pie antes de hacer una ligera inclinación.

-Mu-mucho gusto, soy Midori-Midoriya Izuku- de menor estatura a la de ambos varones, tiembla de miedo o nervios, no sabría decir.

Más allá de que le parece gracioso su colapso solo por presentarse.

-Dabi Todoroki, un placer- observa largamente al muchacho que comienza a jugar con sus dedos sin saber que más hacer.

-Aquí tienen chicos... ¡Dabi, no te escuché entrar!- su hermana Fuyumi hace acto de presencia en la habitación con una bandeja en las manos llenas de aperitivos y dos vasos de limonada.

El chico que hasta ahora había permanecido obedientemente mirando el suelo, se mueve rápido para auxiliar a la peliblanca.
Su tartamudeo anterior fue evidente, sin embargo, ahora estaba sonriendo mientras tomaba parte de los tazones para ayudarle a la mujer.

-Recién llegué, pero vine a conocer a la pareja de nuestro hermano- sonríe con burla mientras el bicolor le mira molesto

-Midoriya se quedará a cenar, así que no lo agobies con tus comentarios estúpidos- advierte.

-Lo siento Midoriya-kun, Dabi suele bromear siempre- el menor sonríe al tiempo que toma asiento nuevamente

-Suele actuar como idiota es lo que hace- repuso tosco Shoto, volviendo a su sitio en el suelo.

-En media hora estará lista la comida, Dabi ve a saludar a mamá, deja a Shoto y Midoriya-kun tranquilos- la mujer le empuja a la cocina donde está su madre frente a la estufa, revolviendo algo que desconoce, pero huele apetitoso.

-Volviste temprano, ¿Está todo bien?- su progenitora limpia sus manos en el mandil, antes de acariciarle la cara con delicadeza.

-Lo estoy... Por cierto, ¿Saben porque Shoto está siendo más brusco de lo normal? Juraría que iba a saltarme a la yugular- ríe dejándose caer pesadamente en la silla.