Capítulo 23

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Leví

Sempiterno, ¿que demonios significa eso?

—Esa es fácil, la respuesta está en la palabra misma.

—No puedo imaginar que es.

—Solo trata de pensarlo un poco más.

—Amm, no, no tengo ni la mas mínima idea, tan solo dilo de una vez.

—Jamás lograrás pasar el examen de esta manera, vamos piensa un poco más.

—En verdad no puedo y menos de esta manera.

—Eres un obsceno, Keyson Leví.

—Yo te traje aquí con la promesa de solo estudiar, además te recuerdo que la persona que me sedujo fuiste tu. ¿Ahora quien es el obsceno?

—Eres un idiota.

—Me pregunto quien es más idiota, yo que lo soy o tu sabiendo que sales con uno.

—No me cambies el tema.

—No lo hago. Tan solo razonó con la verdad, no me dices todo el tiempo que lo haga.

—Punto a tu favor. En fin, Sempiterno. Que durará siempre; que, habiendo tenido principio, no tendrá fin.

—Entonces nuestro amor es sempiterno. ¿Por qué te ríes?

—Es interesante lo cursi que eres en la cama.

—Solo por ti... Eres mi sempiterno, Dayana.

—Y tu el mio Keyson Levi.

—Dayana, mi linda sempiterno, Dayana.

Mencioné besando sus labios mientras cerraba los ojos pero al volver a abrirlos y ver mis manos cubiertas de sangre sentí terror.

—¡Aléjate!

—Dayana.

—Todo es tu culpa, vete.

—Dayana.

—¡Te odio!

Me grito con furia mientras todos aquellos amargos recuerdos volvieron y entonces ocurrió, mis manos se llenaron de sangre y todo se convirtió en gritos atroces.
Me levante de golpe sintiendo como mi corazón latía sin parar, tenía el rostro empapado en sudor, me limpie con mi camiseta por lo cual me levante para ir a tomar una ducha, las pesadillas estaban volviendo las últimas semanas, de hecho estas cada vez iban empeorando cuando se acercaba la fecha para el día del concurso de belleza. Sabía que posiblemente estaba exagerando las cosas, la situación ya no era la misma que la del pasado, yo no era el mismo y por supuesto Edelyn no es igual que Dayana, las cosas no tenían porque terminar igual pero en especial ella no tenía porque terminar herida.
Ya no volvería a cometer los mismos errores.

Salí de la ducha para vestirme con la ropa que iría a la escuela, ni siquiera me moleste en observar la hora yo solo sabía que ya no podría dormir y que debía concentrar mi mente en otras cosas pero en especial que debía tratar de olvidar aquel amargo recuerdo.
Al bajar a la cocina vi a Tina en la cocina preparando lo que parecía el desayuno.

Secretos Del PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora