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Capítulo 2;
Dolor insoportable

"Aunque cueste, siempre
podemos controlarnos,
nuestro cuerpo acata
nuestras órdenes."

En cuanto cruce el umbral de la puerta principal de casa, me percate de que el viento chocaba contra mi cara, tenia un olor bastante confortable, olía a tierra mojada, a lluvia... Uno de mis olores favoritos, siempre me ha gustado.

Me quedo ahí parada durante unos segundos, solo disfrutando del clima, con los ojos cerrados, hasta que...

—Muévete, Cassandra. - me empuja Cinco, ¡arg!.

Es que no sabe, otra cosa ¿qué no sea molestarme?

—Sabes como es el, no te enojes, Cassie. - se para a mi lado, Vanya.

—Ella tiene razón, no dejes que te amargue el primer día con sus estupideces de niño arrogante. - comento Allison, de mi otro lado.

Y la verdad era qué no estaba de humor para soportarlo, ya tenía bastante con el tener que lidiar con que por dios ¡soy una trilliza!.

Pero tenían razón, ni Cinco, ni los secretos de papá me arruinarían el primer día de escuela al contrario, así que respire profundamente y sonreí.

—Tienen razón, hoy tiene que ser un buen día, después de todo, le hemos rogado mucho a papá para esto.

—¡exacto!

—¡chicas, rápido! Dice diego qué no es momento para que nos hagan esperar. - grita Ben.

Mi hermano tenia que ser.

Corrimos animadamente, hasta llegar al carro. Las tres nos montamos y mamá comenzó a conducir tarareando una melodia relajante. Después de unos ¿diez minutos? Si, aproximadamente, llegamos a las instalaciones, bajamos todos en fila mientras qué mamá nos daba las mochilas a cada uno, eran de nuestro color favorito de tela lisa y en la parte delantera tenían el simbolo de la umbrella academy, la mía era blanca como los hielos qué podía crear, la de Allison morado, Vanya; lila, ninguna quiso rosa, la de Luther era verde fuerte, Ben; gris, Diego; negro, Klaus; rojo, Jason; naranja y Cinco azul marino.

Mamá nos miraba con una sonrisa tierna, sonreí y le bese la mejilla.

—gracias, mamá. Eres la número de cero por que era la primera y la mejor.

—te queremos. - siguió Diego.

Todos los demás se despidieron y nos empezamos a adentrar a aquel edificio.

—¿y ahora que? - pregunto Luther.

—¿no eras tu el líder, el número uno? - comenzó Diego. Rodé los ojos, lo más probable es que comiencen a pelear.

—oigan... - llamaba Ben a aquellos idiotas, pero no le hacían caso-. oigan... - intento de nuevo pero era lo mismo, como si le hablara a una pared.

Suspire fastidiada, odiaba sus peleas.

—¡idiotas, fastidiosos, insectos, evolución de monos con cerebro de animal! - les grite harta.

Silencio.

Era lo único que podrías, escuchar (o más bien lo que no) en aquellos pasillos, donde estaba repleto de estudiantes de nuestra edad y nos veían como fenómenos, aunque prácticamente si lo éramos.

—¿qué quieren, malditos metiches? - reclamo Cinco, yo di una sonrisa a todos (más bien una mueca), y un codazo en las costillas a mi querido hermano.

THE UMBRELLA ACADEMY [PRIMERA PARTE] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora