"Capítulo 7: Situaciones incómodas"

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-Julián: te dijé que hoy te voy a besar.

(Mencionó mientras con sus tibias y delicadas manos comenzaba a recorrer por completo todo mi torso)

-Oriana: no lo haga...

(Me interrumpió)

-Julián: shhh callate.

(Me susurro al oído mordiendo su labio inferior, y depositando un camino de besos por mi cuello)

-Oriana: tenemos que irnos.

(Susurré en sus labios, aunque quisiera escapar de esa situación moría de ganas de unir sus labios con los mios)

Guardé silencio tal cuál como él me lo pidió, coloqué mis brazos sobre sus hombros, sin soltar el vaso que yo mantenía en mis manos, comencé a jugar con el cabello de su nuca hasta que besé su cuello. Él me subió hacía la barra que se encontraba en la cocina de tal modo que me apriciono. Julián tenía unos labios tan carnosos y tentadores que eran mi mayor atracción.

-Oriana: que estas esperando?

-Julián: que vos me lo pidas.

-Oriana: que cosa?

-Julián: que te bese.

(Detuve mi respiración por segundos que se hicieron eternos, inhalé aire nuevamente, para dejar escapar las palabras que Julián estaba esperando que dijera)

-Oriana: besame.

(Susurré en su oído sensualmente)

Estabamos tan cerca uno del otro que nuestras respiraciones se mezclaban, cerré mis ojos sin que él me lo suplicara, hasta que sentí como sus labios se unían con los mios, seguí el ritmo de su beso excesivamente "bruto", hasta formar una guerra con los mismos, Julián acariciaba mi pierna de arriba a bajo, desde mi rodilla hasta mi parte intima. Mientras tanto yo envolvía todo su cuerpo con mis brazos, formando un abrazo. Él comenzó a colocar delicadamente su mano dentro de mi remera no dejé que se detuviera, dejé el vaso a un costado de la barra e introdujé mis manos debajo de su mosculosa hasta quitarla por completo de su cuerpo de modo que su piel hacía contacto con la mia, quité mi remera sin dejar de besarlo, nuestras lenguas entraron en un guerra sin fin, sus manos se quitaron del lugar en donde estaban, besé su cuello formando un rastro con mis labios hasta que llegué a la parte superior del mismo y succioné su piel dejando una gran marca en él.

Todo iba tan bien pero había algo en mi que no funcionaba, de un momento para otro, sin darme cuenta el vaso que se encontraba en la barra ya no se mantenía en ese sitio, sino que en el suelo, se convirtió en mil pedacitos.

-Oriana: no Julián, no para.

(Le dije quitandome de la barra y acomodando mi ropa)

-Julián: que pasó, hice algo que no te gusto?

-Oriana: por favor cubrite.

(Mencioné estendiendole su ropa)

-Julián: que hice mal? Respondeme!

(Reprocho él con furia)

-Oriana: nada Julián nada.

-Julián: entonces?

-Oriana: a ver que te crees que soy yo, te conozco hace ni un mes y crees que por que sos lindo y tenes un cuerpo tentador ya te podías acostar conmigo yo no soy un juguete que lo usas y lo tiras.

(Respondí furiosa subiendo de tono mi voz, y colocando nuevamente mi ropa)

-Julián: yo no pienso que sos un juguete, vos de verdad me importas y desde que te ví ya no siento lo mismo que cuando llegue.

-Oriana: y para que tenes a tu novia?

-Julián: sabes que tenes razón.

-Oriana: entonces ya esta, listo hagamos de cuenta que nada paso.

-Julián: entonces lo del vaso fue a propósito?

-Oriana: dale cambiaté que nos tenemos que ir.

-Julián: RESPONDEME!

(Reprochó con rabia)

-Oriana: dale Julián por favor vamos, la vida de mi hija corre peligro.

(Mencioné desviando mi mirada hacía el suelo)

-Julián: esta bien vamos.

Salimos minutos mas tardes de mi casa realizamos el mismo recorrido de siempre, en todo el corto viaje no dejé de pensar en lo tonta que fui, no dibí quitarme de ahí, ni haber tirado el vaso para salir de esa situación, miré a Julián y él notó como mis ojos suplicaban perdón, me siento una idiota.

Creo que todo esto lo hago para no caer otra vez en la misma situación, sola y con una hija, ¿Qué hombre me podría querer?

Un padre para mi hijaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora