-Oriana: por que le dijiste al médico que Olivia era NUESTRA hija?-Julián: eem... porque...porque...
(Dijo tartamudeando)
-Oriana: por que?
-Julián: vos ya sabes que ella es muy importante para mi.
-Oriana: esa no es razón para que lo digas.
(Él suspiro y dijo...)
-Julián: Oriana.
-Oriana: que?
-Julián: no necesitas que te explique nada porque los dos sabemos la verdad.
-Oriana: hay dios porque no te vas de una vez por todas de mi vida.
-Julián: no me voy a ir nunca se lo prometí a tu madre.
-Oriana: andate con tu novia, no se viví tu vida y dejanos en paz.
-Julián: NO LO VOY A HACER!
(Dijo levantando su tono de voz y tomandome del brazo con fuerza)
-Oriana: soltame nene.
-Julián: mirame a los ojos y decime que no me amas y que no te moris de ganas de que te bese de nuevo.
-Oriana: basta Julián por favor dejame.
-Julián: no hasta que me respondas lo que te dije.
-Oriana: Julián.
-Julián: que?
-Oriana: de verdad andate no quiero saber mas nada de vos.
Y fue ese el momento en que me soltó el brazo y iba alejandose cada vez mas de mi dirigiéndose hacia la puerta de salida, deje caer una lágrima que permanecía guardada hacía minutos, necesitaba tanto del él que no lo soporte.
-Oriana: JUUULIÁN!
Grité por el pasillo del hospital haciendo que el girara hacía mi estabamos muy lejos uno del otro, ambos nos miramos y comencé a correr con el fin de llegar hacía él, y lo logré, el corrió aún con mas fuerzas que las mias hasta que nos encontramos a mitad camino.
-Julián: que?
Me preguntó en el momento que estabamos frente a frente, en ese instante lo tomé de sus manos y las coloqué en mi cintura, observaba sus ojos con atención y ahí fue cuando me rendí y uní sus labios con los mios, apretaba su espalda con mis mayores fuerzas para que no se apartara, él me beso con la misma y más intensidad de lo que yo lo besaba, logramos que algunas de las pocas personas que se encontraban en el lugar voltearan a mirarnos, comenzaron a aplaudir en ese momento que el beso aún seguía con mas fuerza, ambos nos separamos terminando con un pico final.
Al mirar hacia al rededor se había formado una ronda con miles de personas firmando y observando como yo y él nos besabamos y nos acariciabamos.
Estaba muriendo de vergüenza que me aleje apenas centímetros de él, mientras mis mejillas estaban algo rosadas. Los dos salimos de ahí y nos sentamos en las sillas que nos encontrabamos anteriormente, esperando alguna respuesta del médico.
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Un padre para mi hija
Roman d'amourLa vida parece dura al criar a una hija con 18 años de edad, pero cuando aparece él todo cambiará. ORIAN.