KatsuDeku || Jardín de Cerezos

Capitulo VII

Katsuki arrugó su entrecejo cuando Kirishima le indicó que era la hora dé marcharse, y enfadado movió su mano para indicar que no siguiera molestando.

Suspiro sin ganas de querer marcharse, y menos cuando sintió los brazos de Izuku rodearle la cintura, depositando un pequeño beso en su mejilla y acurrucándose en su pecho. Katsuki lo miró, sonriendo mientras correspondía aquel abrazo.

Izuku cada día tenía más confianza al demostrar afecto al mayor y eso a Katsuki le encantaba.

一 ¿Te tienes que marchar? 一 murmuró Izuku contra su pecho.

一 Si.一 susurró contra su verdoso cabello.

一 No te vayas.一 Avergonzado ocultaba su rostro.一 Quédate conmigo.

Katsuki negó con la cabeza, mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro y pensaba en lo mucho que le gustaba la sensación de tener a Izuku a su lado.

一 Mi Deku...一 murmuró, tocando con cariño el cabello del menor.

一 ¿Deku? 一 Izuku le miró al instante, con una expresión tan inocente que Katsuki deseaba comérselo a besos en ese momento.

一 Prefieres que te llame de otro modo.一 se miraron a los ojos, y Katsuki sin resistir más le dio un beso en los labios con lentitud.一 Me encantas.一 le dijo con un susurro sobre los labios del contrario.

Izuku se sonrojó y nuevamente oculto su rostro del rubio ceniza.

一 Me gusta, 一 susurró.一 , mientras seas solo tú quien me llame así...

Katsuki separó un poco a Izuku de él, y con una de sus manos tomo la barbilla del peliverde elevando su rostro hasta que sus miradas se cruzaron, sonrió al instante al mirar tan hermosos ojos jade. Como si el tiempo fuera suyo, dio suaves caricias a la mejilla llena de pecas y con un claro sonrojo de Izuku.

一 Te quiero.一 le dijo una voz ronca, llena de cariño.

Izuku se tiñó de carmín, con sorpresa plasmada en el roostro. Su corazón no paraba de latir, pues eran aquellas palabras que le habían tocado provocando que una par de lagrimas resbalaran por su mejilla.

Sonrió, y besó con deseo al alfa, tomándolo por sorpresa.

一 También te quiero, Kacchan.一 susurró sobre sus labios.

Katsuki no podía explicar lo que aquellos ojos jade habían provocado en él, no podía explicar porque cada día que le veía el palpitar en su pecho se intensificaba, no sabía que podía sentir tanto amor por otra persona y desear una vida a su lado.

Era afortunado.

Por Dios, era malditamente afortunado.

一 Por favor, nunca me dejes.一 Katsuki suplicó al menor, mientras le abrazaba con fuerza.

一 Siempre estaré a tú lado, lo prometo.一 le respondió con dulzura.

No quería a nadie más entre sus brazos que no fuera Izuku, nadie podría ocupar su lugar.