━ IV. Vulturi.

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Daira no sabía con exactitud cuanto tiempo había estado encerrada en esa oscura habitación

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Daira no sabía con exactitud cuanto tiempo había estado encerrada en esa oscura habitación. La noción del tiempo era algo que desconocía desde que se desmayó ese día en la sala de tronos. Estaba desorientada, pero más asustada que nada, ya que a pesar de estar sola, se sentía observada e insegura.  

Desde que Marcus había salido de la habitación, Daira solo se había dedicado a pensar, durante horas, muchas horas, llegando siempre a la misma conclusión; solamente había sobrevivido por su apariencia similar a Didyme, quien al parecer había sido una vampiresa importante en ese clan. 

Una vampiresa, no una humana, porque los vampiros existían. 

El cuerpo de Daira tembló. Su cuerpo se encontraba extraño, como si de un limbo se tratase. Su razón, su cuerpo y corazón se encontraban en lugares diferentes, no se sentía ella en absoluto. Había dentro de ella sentimientos desconocidos que parecían no corresponderle, al igual que pensamientos, mas en ese lugar la razón era lo que dominaba; debía salir de ese lugar, costara lo que costara. O eso esperaba por lo menos. 

Estaba tan confundida y cansada que solamente se había limitado a tumbarse y estar quieta, mirando la estantería de libros sin parpadear a penas. Algo le decía que conocía ese lugar, pero sobretodo sentía esa estantería familiar, aunque sonara extraño. Era algo tan raro que quería dejar de sentirse así de una vez por todas. 

Quería que Marcus volviera y le dijera que todo había sido una broma de mal gusto, pero sabía que no lo era, ella misma había visto los cuerpos caer al suelo sin piedad alguna. Pero ella no se encontraba asustada por eso, por lo que Daira había asumido que la cordura la había abandonado en algún punto del camino. 

Y por otro lado estaba Marcus

Cada vez que el nombre aparecía en su mente, algo dentro de ella se activaba y comenzaba a impacientarse, como si estuviera esperando algo, como si lo estuviera esperando a él. Daira apenas lo conocía, pero el hombre parecía ser algo raro y soso, ademas de que su pálido rostro siempre se encontraba con la tristeza reflejada en ella, aunque a veces esa tristeza desaparecía, cuando ella se encontraba cerca de él. 

DÉJÀ VU ━ marcus vulturiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora