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Jungkook no entendía como alguien podía hacerle sentir de esa manera, una manera tan asquerosamente posesiva, como si quisiera que una persona fuera solo para él y nadie le hablara, tocara o mirara; nadie más que él.

Justo eso le ocurría con Park Jimin.

Pensaba que desde el día que ese tal Taehyung se había retirado de su casa roto y desilusionado por el interés de Jimin hacia él, se iría y dejaría a Jimin y a la pequeña guerra que había ocurrido aquella noche, pero en verdad era como si eso hubiera hecho más fuerte su relación con Jimin, su Jimin.

Jimin había estado distante toda la noche mientras veían las películas, únicamente miraba su celular y esperaba mensajes del pelirosa o sino es que una llamada. Cada vez que Jungkook le quería hablar o tan siquiera tocar, le alejaba y seguía mirando su celular.

Y sí, Jungkook había quejado al final de la noche y lo único que le había respondido había sido "Kook, lo siento pero no me gusta ser la segunda opción", cosa que en vez de haberle hecho sentir enojo, realmente le había hecho sentir culpabilidad.

Ni siquiera Jungkook se entendía a sí mismo, ni siquiera quería hacerlo. Ya habían pasado meses y Jimin no mostraba los resultados que Jungkook quería, no le miraba más allá, no le tocaba o hablaba con intenciones de más, era odioso, el chico más difícil con el que Jungkook había tratado.

Por el tiempo que llevaba con Jimin, Jungkook se había dado cuenta que era el chico más tierno y caballeroso que pudo haber conocido, siempre solía ser tímido, se disculpaba por todo y se culpaba de todo.

Sí una abeja moría dentro de su casa, inventaba alguna excusa para decir que él la había matado al no haber abierto las ventanas y dejarla ir o si una hormiga moría decía que era un tonto por no haberla visto y se quedaba con ello el restodel día. Y más que odioso, a Jungkook le parecía la cosa más tierna que podía existir en el planeta.

Todo a pesar de su buen formado cuerpo y su masculinidad natural, Jimin era muy tierno. Por eso Jungkook lo o odiaba.

Odiaba que Jimin le hiciera sentir la necesidad de estar con él de todas las formas existentes, odiaba que cada vez que le besara sintiera esa necesidad de abrazarle y nunca dejarle ir, odiaba querer asesinar a Taehyung cada vez que le veía cerca de él y se les veía felices juntos, odiaba que solo lo quisiera como un amigo; odiaba que Jimin fuera tan Jimin.

-Kook, el nuevo está aquí. -le informó SeokJin-su hermano- a Jungkook con cansancio mientras lo miraba apoyado en el marco de su puerta refiriéndose a Jimin. Sonrió y cerró el pequeño bote de vidrio del pinta uñas rosa-¿Le digo lo mismo que al otro chico, que estas ocupado? -.

Jungkook negó con una pequeña risilla recordando cómo su cita había llegado una hora atrás y le había dicho que no podía salir con él, repitiendo lo que había hecho la noche anterior para no verle y tener una excusa para ir a ver a Jimin y ver pelucas con él.

Porque sí, en verdad quien había dejado plantado a la cita había sido Jungkook y no él.

-Dile que pase.

Y así fue, no pasaron mas de cinco minutos y Jimin ya se encontraba sentado frente el castaño, mirándolo en silencio mientras terminaba por pintar sus uñas con cuidado.

-Perdón Kook. -Jungkook alzó la vista y le miró a los ojos por primera vez desde su llegada. Jimin se encogió en el pequeño puff y juntó sus manos- Ayer te ignoré y es que estaba enojado, no pod-

-¿Por qué estabas enojado Jiminie? -el mayor tragó seco y suspiró.
-Taehyung, fui cruel con él por algo que no valió la pena. -Jungkook sonrió forzado al saber a lo que se refería- Taehyung y yo ya teníamos planes, no debí cambiarlos por ti, tú estabas ocupado esa noche con alguien y dijiste que ni siquiera me fuiste a ver por gusto así que fue algo realmente cruel. Por eso estaba enojado.

Rompe Corazones 『PJM & JJK』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora