↳07↰

1.2K 150 57
                                    

Un fuerte y desconocido aroma dulce inundó por completo las fosas nasales del castaño por lo cual su estómago rugió y sus ojos se abrieron con pereza junto con un leve dolor de cabeza acompañándole.

Sus brazos se estiraron y sus manos acomodaron su cabello sin ganas, observando las sabanas oscuras y el alrededor de la habitación más que conocido en la que se encontraba. JungKook sonrió y restregó sus ojos con sus puños mientras se sentaba en la cama y soltaba un gran bostezo.

Frunció el ceño y notó que realmente no se entraba desnudo, una camisa de una o dos tallas mayor que él, se encontraba un poco mal colocada en su cuerpo por lo que había supuesto que JiMin se la había colocado aquella mañana cuando se había despertado antes que él ya que no se encontraba a su lado.

Era extraño ya que JungKook realmente no se quedaba a dormir en la casa de los chicos con los que salía a sus "citas" a pesar de lo más cansado o adormilado que se encontrara, normalmente luego de haber terminado una placentera sesión de sexo, JungKook se vestía de nuevo y se despedía del chico además de que usaba protección a cada momento mas claramente con JiMin todo había sido diferente.

JungKook se había quedado a dormir en la casa de Jimin y ni siquiera recordaba si habían usado protección aunque en su caso realmente no le importaba, JungKook también había dormido cómodo, había disfrutado la noche y la calidez de JiMin la cual le brindaba confianza y comodidad al momento de quedar completamente dormido, sentir su piel junto con la de JiMin era la mejor sensación que había sentido en su vida, era tan reconfortante y hacía que tu cuerpo pidiera más y más de aquella tan deliciosa sensación de tener alguien a tu lado que te quiere a pesar de la mala persona que puedes llegar a ser, a pesar de que JiMin sabía de qué para JungKook, él solo era un chico más a su lamentable lista de "Caídos por los encantos de Jungkook".

—Oh JungKookie me alegro que ya estés despierto, justo venía a decirte que despertara para desayunar. —dijo JiMin iluminando con su sonris.

—Pensé que tu madre te tenía prohibido dar un paso dentro de la cocina, de verdad ¿Cocinaste? —se burló Jungkook sonreído levemente mirando el par de tiernas imperfecciones a conjunto de las mejillas d Jimin.

JiMin hizo una mueca y se acercó a su closet mientras revisaba sus cajones.

—Cocinar por lo que se dice cocinar no realmente, algo así. —Jungkook rió—Supongo que querrás ir al baño antes de ir a desayunar. Te dejé ropa en el escritorio de por allí y — JiMin se volteó y se acercó a JungKook para extenderle un cepillo de dientes—, es nuevo así que puedes utilizarlo.

—Gracias JiMinie. —le agradeció tomando el cepillo entre sus dedos.

—No es nada JungKookie. Te espero para desayunar, no tardes. —le recriminó antes de salir de la habitación y dejar al castaño solo en aquella gran cama.

JungKook miró el lugar donde Jimin le había dejado las prendas y sonrió al ver como se encontraban perfectamente dobladas y con un llamativo olor a desodorante realmente reconocible por el aroma que JiMin siempre carba a en sí.

También lo había notado en su cama, el olor a fresas y menta inundaba sus fosas nasales, se podía sentir en el olor de sus almohadas, de sus sabanas, de su ropa, de su habitación en general; un olor el cual JungKook denominaba como algo tan delicioso y característico de Jimin un olor el cual simplemente no se cansaría nunca de de gustar con sus fosas nasales.

JungKook se levantó sin ganas y caminó con sus pies descalzos hasta el escritorio para tomar las prendas y salir luego de la habitación hasta el baño que se encontraba a dos habitaciones de la de JiMin. Lamentablemente, su acción fue interrumpida al ver a un lado de la puerta de la habitación, arrinconada una pila de hojas de papel arrugadas en montaña lo cual le llamo la atención al instante.

Rompe Corazones 『PJM & JJK』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora