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A las nueve, vestido con un pantalón color lila a juego con una camisa y un bonito abrigo negro, esperaba en la puerta del parador cuando vio el coche de Jungkook acercarse. Un extraño nudo se puso en el estómago y comenzó a respirar con dificultad. ¿Qué le pasaba? ¿A qué se debía aquel nerviosismo de adolescente? Hacía viento y el olor a humedad y el oscuro cielo le hizo suponer que iba a llover, y mucho. Controló sus emociones como pudo y sonrió al hombre que se bajaba del coche para saludarlo y abrirle la puerta con galantería. Sin mediar palabra, ni rezarse siquiera, se metió en el coche y el sonido de la música que sonaba le envolvió. Dos segundos después, subió Jungkook por la puerta del conductor. Cuando Jungkook quitó el freno de mano de su coche Minnie se recostó en el asiento y preguntó divertido: —¿A qué se debe esta cena? Jungkook no respondió y Minnie, sabedor de su encanto personal, cuchicheó: —Vamos, confiésalo. ¿A que me echabas de menos?

Jungkook sonrió de buen humor: —Lo confieso. Echaba de menos tu parloteo incesante. Pero por si me vuelves loco, te advierto que tengo en el coche toneladas de cinta para taparte la boca. Divertido por aquello Minnie sonrió y señalando hacia el CD del coche preguntó: —¿Cómo puedes escuchar este horror de música?

—¿Horror de música? Pero si AC / DC son buenísimos dijo Jungkook.

—Lo de buenísimos, lo será para ti —se mofó Minnie—. Para mí solo son sonidos estridentes y, a veces, desesperantes. No te voy a negar que alguna balada heavy me guste, pero vamos, cuando se ponen a gritar, no es lo mío.

Aquello que decía, era lo mismo que en infinidad de ocasiones había escuchado a Any, la mujer de Nam. —A ver, sorpréndeme estrellita ofrecer con mofa mientras conducía—, ¿Qué música te gusta? —El Soul, el Rhythm and Blues ... dijo Minnie.

Esperaba que dijera cualquier tipo de música pero no justamente aquella. Minnie movió cómicamente la cabeza con un gracioso gestó que a él se le antojó encantador.

—Es buena esa música, ¿ehhh? dijo.

En ese momento Jungkook no supo a qué música se refería. —Aunque me cueste reconocerlo, no es mi estilo. Es más, ¿esa no es música para ancianos? . La nueva mueca que Minnie hizo como contestación le provocó una carcajada. Aquel actor, al que había visto en infinidad de comedias románticas y películas de acción, era tremendamente gracioso y su gesticulación le provocaba una sonrisa permanente.

Boquiabierto Minnie aún por lo que él había dicho en referencia a sus gustos musicales, se retorció en el asiento del coche y frunció el ceño. - ¿Música para viejos? —Y sonriendo aclaró—: ¡¡¡Dios mío !!! Estás muy equivocado si piensas así. —Es que esa música es ... —Preciosa —cortó Minnie y al ver que sonreía prosiguió - Me encanta bailar con la música de Beyoncé, de mi amiga Jennifer López o la salsa de Marc. Pero cuando estoy en mi casa y me quiero relajar siempre escucho Soul o Rhythm and Blues —y mirándolo extrañado preguntó—: De verdad me estás diciendo que en tu vida has escuchado a Al Green, Ray Charles, Aretha Franklin, Marvin Gaye o canciones como por ejemplo, At Last de Etta James, en la versión de Beyoncé dijo Minnie.

-No. Dijo Jungkook

—¿En serio?

-Te lo prometo.

—Vaya ...

—Sí ... vaya —se mofó Jungkook.

—Pues si me lo permite buscaré remedio urgentemente para ello —susurro incrédulo, mientras él conducía. Jungkook sin poder, ni querer evitarlo lo miró. Era increíble que el chico que llevaba a su lado y que parecía tan sorprendido por lo que descubría de él, fuera quien era. Allí estaba el, el hombre más querido en la meca del cine, explicándole con vehemencia que la música soul, era el resultado de combinar el gospel y el R&B. Durante minutos lo escuchó hablar de lo mucho que le gustaba Etta James y su canción favorita. No sabía quién era aquella cantante pero merecía la pena dejar que hablara solo por ver cómo le brillaban los ojos mientras le relataba la cantidad de veces que escuchaba aquella canción para relajarse antes de un rodaje. Horas antes, cuando Jungkook llegó a su casa y entró en la habitación donde Minnie había dormido la noche anterior, se tumbó sobre la cama y cuando el suave olor de él le envolvió deseó volver a verlo. Esperar hasta la noche del día siguiente se le hacía eterno y decidió arriesgarse. Era una locura querer volver a ver Park Jimin, pero era una locura atrayente y divertida y por primera vez en mucho tiempo se dejó llevar por el corazón. Y ahora que lo tenía allí a su lado, hablando sobre música con tanta pasión algo en él se bloqueó, echó el freno de mano y sorprendiéndose a sí mismo lo atrajo hacia él y lo besó. pero era una locura atrayente y divertida y por primera vez en mucho tiempo se dejó llevar por el corazón. Y ahora que lo tenía allí a su lado, hablando sobre música con tanta pasión algo en él se bloqueó, echó el freno de mano y sorprendiéndose a sí mismo lo atrajo hacia él y lo besó. pero era una locura atrayente y divertida y por primera vez en mucho tiempo se dejó llevar por el corazón. Y ahora que lo tenía allí a su lado, hablando sobre música con tanta pasión algo en él se bloqueó, echó el freno de mano y sorprendiéndose a sí mismo lo atrajo hacia él y lo besó.

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