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Superado por aquella absurda discusión, días después, Momo, Jungkook y Minnie fueron al Hospital Universitario de Guadalajara para recoger a Sana. Tanto la madre como el bebé estaban de maravilla, pero Sana llevaba dos días sin parar de llorar. Cualquier cosa que le dijeras le hacía llorar una y otra vez y aunque todos se preocuparon, los médicos los calmaron indicándoles que aquello era normal. Las hormonas de la nueva mamá aún estaban revolucionadas y por eso lloraba continuamente. Cuando dejaron el coche en el parking y se dirigían al hospital se cruzaron con dos hombres vestidos de policía.

—Mmmm ... Cómo me ponen los uniformes —suspiró

Momo al verlos pasar y mirando al joven que caminaba junto a su hermano preguntó—: ¿No te ponen los hombres así vestidos? ¿No te parecen terriblemente varoniles?

—Definitivamente sí —rio Minnie tras mirar a Jungkook— Cada vez que tu hermano aparece vestido de cucaracho ¡me vuelve loco!

Jungkook se carcajeó ¿cuándo había aprendido aquella palabra?

—Normal hijo ... normal ... cuando se visten de negro desprenden sensualidad y morbo por todos sus poros ~ y al recordar a Minho, el sexy compañero de su hermano, suspiro—. Uf ... ya te digo, hay cada uno ...

Jungkook, al ver aquel gesto, le dio un empujoncito. —Hermanita, disimula. Se nota a la legua que te vuelve loca algún que otro compañero de la base.

—Uf ... es que allí hay material de primera —suspiró está—. Por cierto Minnie, cuando quieras hacer una visitilla a mi hermano a la base. Sana y yo de vez en cuando vamos y nos damos un alegrón a la vista. Te aseguro que merece la pena

—Bueno ... encantado.

—Chicos ... no me joroben —los reprendió Jungkook. Lo que menos le apetecía era ver a Minnie en la base, rodeado por los depredadores de su unidad y menos junto a la lianta de su hermana. Definitivamente no era buena idea.

—Dale ... ahora que lo pienso dice Momo— Quizá a Sana le vendría de lujo darse un homenaje visual para que deje de llorar por el simple hecho de existir.

—Tranquila. Se le pasará —aseguró Jungkook divertido.

—Mira, hermanito no es por nada. Pero tú podías tirarte el rollo un poquito ¿no crees?

Sorprendido por aquello la miró y preguntó: - ¿Tirarme el rollo? ¿En qué?

—En proporcionarle a tu llorosa y lacrimosa hermana Sana un poco de felicidad visual y de paso también a nosotros. Tampoco es tanto pedir, ¿no?

—Oh, sí ... sería un bonito detalle —asintió Minnie y divertido le enseño la pulsera que llevaba y le susurró al oído—: Te recuerdo que yo tengo un todo incluido.

—Sería un detallazo, además de un morboso - prosiguió Momo sin percatarse de cómo aquel fruncía el ceño.

Jungkook finalmente sonrió por sus ocurrencias y tras tomarlos por la cintura murmuró: —Ni la base, ni mis compañeros por muy guapos que les parezcan son para divertirse. —Y para chinchar a su hermana cuchicheó—. Además, a ti, señorita sabelotodo te da lo mismo un poli de verdad que un boy vestido para la ocasión ¿verdad?

—Pues tienes razón. Me da igual. Soy una conformista nata —asintió divertida—. Por lo menos del boy sé lo que espero. Por lo tanto, y si no quieres que aparezcamos por la base con nuestra hermana la llorica, ya sabes lo que tienes que hacer para alegrarnos el alma, la vista y alguna que otra cosa más.

Sorprendido tras su disfraz, Minnie disfrutaba de aquel momento familiar mientras se cruzaba con personas que entraban y salían del hospital. Aquella libertad le encantaba y sonrió satisfecho de su anonimato. Aquello era maravilloso.

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