𝑤𝑒 𝑎𝑟𝑒 𝑡ℎ𝑒 𝑟𝑎𝑟𝑒 𝑜𝑛𝑒𝑠||𝚁𝚞𝚋𝚎𝚐𝚎𝚝𝚝𝚊||𝚘𝚖𝚎𝚐𝚊𝚟𝚎𝚛𝚜𝚎

06

Despertó a las diez como era costumbre desde que llego, se vistió con una sudadera morada, que le quedaba algo grande, y un buso de color negro y fue a su trabajo, Akira no estaba en casa así que no pudo desayunar, ya pediría algo en su trabajo, ahora estaba en el mostrador leyendo un libro de cocina que encontró en la parte trasera de la cafetería

-Buenas tardes- Levanto su mirada hacia la entrada viendo ahí a una linda pelirroja

-Buenas tardes, ¿Que desea?-

-¿Tu eres Samuel De Luque?- Hablo acercándose al mostrador con una cálida sonrisa

-Eh si, ¿Quien pregunta?- Pregunto algo confuso

-Soy Nieves, amiga de Ruben Doblas, imagino que lo conoces-

-Eh si... ¿El te pidió que vinieras? O...-

-No, vine porque yo quise venir, tranquilo- Hablo aun sonriendo

-Bien... eh ¿De qué querías hablar?- Sonrio al recordar que el día anterior le hizo la misma pregunta al híbrido oso

-Sobre ti...- La mirada extrañada del ojimorado cayó sobre la pelirroja

-¿Sobre mi?-

-Si, no es nada malo, tranquilo, es que... me entere de lo que paso hace unos días y quería decirte que-

-¿Tengo tu apoyo? ¿Que soy fuerte? No quiero escuchar esas cosa ahora, agradezco tu preocupación, pero son cosas que ya he escuchado por todo el pueblo, alfas también me lo han dicho y la verdad es... bastante incomodo- Dijo algo apenado, no quería hacer sentir mal a la chica

-Oh... bueno, lo lamento, no quería incomodar-

-No te preocupes, ¿Solo querías hablar de eso?- Dijo volviendo a tomar el libro

-No- Volvió a levantar su mirada viendo a la pelirroja sonriendo de nuevo -Tambien quería hablar sobre Rubius-

-¿Le sucedio algo?- Nieves se sorprendió al escuchar al azabache preguntar tan preocupado por él peliblanco

-No- Dijo riendo un poco -Queria saber como la pasaste ayer con él, se que tiende a ser muy impulsivo o a hacer cosas que no debería hacer-

-Pues... me agrada que sea así, la verdad-

-¿Hablas enserio?-

-S-si, digo... hace las cosas sin pensarlo dos veces y eso es algo que debería mejorar, pero... creo que es lindo en cierto punto ¿Por qué preguntas?-

La beta no podía creerlo, siempre se habían quejado se que el peliblanco era algo distraído

-Bueno... el tiende a ser algo bipolar- La beta comenzó a reír, pero paro al ver el cambio que causó lo dicho en el azabache -¿Dije algo malo? LO SIENTO, DE VERDAD, LO SIENTO-

-Oh, no te preocupes, no es tu culpa, tengo una mala experiencia con personas que tiene ese trastorno, tranquila- El omega intento darle una de sus mejores sonrisas, pero se notaba a kilómetros que era falsa

-Si...- Le devolvió una sonrisa igual de fingida que la de él -Bueno... creo que debo irme, tengo cosas que hacer-

-Adios, que tengas un buen día-

-Igualmente...- Sin más, salió de la cafetería comenzando a caminar hacia su casa

Mientras caminaba pensaba en lo dicho por el omega

"Talvez sufra de bipolaridad"

-No lo creo-

Siguió caminando debatiendo con su lobo lo que dijo el omega, sin notar que alguien a quien conocía muy bien pasaba por su lado, aunque nadie podía culparla, después de todo... es demaciado distraída

-Buenas tardes, ¿Que se le ofrece?- Pregunto sin despegar su vista del libro de cocina al escuchar la campana de la tienda, sabia que estaba siendo un mal educado, pero al receta que estaba leyendo se veía deliciosa

-Soy yo- Levanto su mirada encontrando a su hermana con su típico vestido largo de color blanco

-Oh, ¿Que quieres? Esta mañana no estabas en casa, no pude comer nada-

-Lo siento, ¿Comiste algo aquí? No quiero que vuelvas a acostumbrarte a no comer por días-

-Si, si, no te preocupes, comi un pastelillo, estaba delicioso- Dijo regalándole una sonrisa

-Bien... solo pasaba por aquí a avisarte que no llegaré hoy a casa, estaré con unas amigas-

-Esta bien, yo compraré algo para cenar en la tienda de enfrente-

-Eso es lo que iba a decirte que hicieras, bien... yo debo irme, nos vemos mañana-

-Adios- Vio como la rubia salía del lugar -Ok, creo que la casa es solo mía-

-De nosotros-

-De nosotros-

Iba a volver a leer cuando el sonido de la campana volvió a sonar, miró hacia la entrada y vio ahí a su jefa, era una alfa de un largo cabello negro y una tez más blanca que la nieve. Seria como Blancanieves, pero Mónica tenía la personalidad de gruñon, era una mezcla de los dos personajes

-Hola, Samuel, ¿Te está yendo bien?- Pregunto mientras entraba a la parte de atrás de la cafetería

-Si, algo así, pocas personas han comprado- Aunque Mónica demostró ser alguien decente ante sus ojos, seguía asustandose un poco cada vez que se le acercaba, después de todo era una alfa

-Recuerda que debes decirme si alguien te falta el respeto- Aveces parecía una madre protegiendo a su hijo de todo y de todos

-Si, lo sé muy bien- Sonrio sabiendo que no todos los alfas eran iguales como se lo decía su madre en Wakanda

-Eres un omega Samu, pero puedes ser más fuerte que un alfa- Dijo acercándose al azabache abrazandolo por los hombros -Te conozco desde hace poco, pero la verdad es que me he encariñado mucho contigo- Sintio como el omega se tensaba un poco -Cuentas conmigo para lo que sea-

-Gracias- Murmuro correspondiendo al abrazo de la alfa -Creo que el convertirte en mamá te está haciendo cambiar un poco -Dijo soltandose del abrazo

-No vuelvo a ser nunca más cariñosa contigo- Dijo girando sobre sus talones dirigiéndose hacia la parte de atrás del lugar

-PERDON- Rio un poco al escuchar los insultos que soltaba en voz baja la alfa

-Me hubiera gustado que mamá nos abrazara así-

-No sé puede tener todo en esta vida, Fabian-

-Megecemos más, Samuegh-

-Callate, nocturno... y deja de fingir ese acento, es divertido, pero no cuando lo haces tú- 

-¿Crees que te van a querer cuando sepan de nosotros? No somos normales, Samuel, ¿Quien va a querer a alguien que en vez de tener un lobo tiene cosas que nisiquiera sabe que son? Porque no sabes que es lo que somos-

-Callate, diurno, callense todos, por favor-

Metió su mano al bolsillo de su sudadera y sacó un frasco con pastillas, saco una y la tomo sin nada de agua

-A ver si así se callan un rato, tontitos-