El viaje -parte uno-

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Extra number one!❤

Marizza.

— Pero yo me quería sentar con vos — Pablo puso pucherito.

Estamos por subir al micro en el Elite, que nos llevaría a Brasil ya que vamos acampar en el amazonas.

Después de tanta insistencia a nuestros padres, nos dejaron viajar solos, obvio unos se negaron al principio, pero les prometimos que nos ibamos a cuidar bien. A la mamá que mas le tuvimos que rogar fue a la mamá de Laura, por suerte la señora ama a Guido para su "Laurichu" y él la pudo convencer. Aunque después le dijimos a Federico, el preceptor, si nos quería acompañar como el "Adulto" para que los papás se queden mas tranquilos y dijo que sí.

Antes de subir le dije a Pablito que me iba sentar con Luji.

— Ya te dije que en la primer parada cambiamos mi amor — reí.

Son 30 horas de viaje desde Buenos Aires hasta El Amazonas en un micro. Vamos a tener que hacer miles de paradas y en una de ellas tranquilamente puedo pasarme con Pablito.

— ¿Me lo prometés?

— Si bobito.

Comenzamos a besarnos, rodee mis brazos en su cuello y el me agarró de la cintura. Abrí mi boca para darle permiso a su lengua y así entrelazarlas.

— ¡Marizza, Pablo! — gritó Federico desde el micro — ¡Suban que son los únicos que faltan!

Nos separamos del beso y subimos al micro, en la parte de abajo —que eran pocos asientos pero los más comodos— estaban Mia sentada con Vico, Fernanda con Belén, Diego con Lian que al final pudo viajar con nosotros, Feli estaba sentada con Santi (su bebé) y Lalo ya que decidieron ir con nosotros, después estaba Fede sentado solo charlando con el coordinador del viaje que estaba en otro asiento. En los asientos que quedaban libres estaban algunas de las mochilas y provisiones de viaje.

Subimos las mini escaleritas a la parte de arriba y ahí si estaban sentados todos.

— ¡Por fin che! — dijo Manu riendo.

Me senté al lado de Lujan mientras que Pablo se sentaba al lado de Manu.

Tomás estaba sentado con Pilar, Guido con Laura, Marcos con Francisco, y Rocco estaba sentado solo, aunque se la pasaba grabando de acá para allá.

Sobraban una banda de asientos, pero cuando los contamos, alcanzaba uno para cada uno a la hora de dormir, y a mí me gusta dormir estirada asi que fue un alivio.

El micro arrancó y todos aplaudimos emocionados. Ya habíamos viajado a bariloche todos juntos, pero no con la misma libertad que sentíamos ahora.

— Che, traje cervezas, quien quiere — dijo Guido.

Café nos dió una a casi todos, eran las cinco de la tarde y hace unos quince minutos habíamos salido del Elite, otra cosa no teníamos que hacer.

— ¡Chofer, chofer, apure ese motor! ¡Que en esta cafetera nos morimos de calor! — cantabamos todos gritando mientras reíamos — ¡Chofer, chofer, no mire para atrás, que viene su señora con un palo de amasar!

Creo que la cerveza nos hizo algo de efecto, ya había pasado una hora de viaje y realmente esta siendo muy divertido.

— Chicos preparensen que vamos a bajar para ir al baño y merendar algo — avisó Fede.

Pablo se dió vuelta ya que estaba sentado unos asientos mas adelante y me sonrió. Es muy tierno, apostaría que estuvo esperando el momento para bajar y que nos sentemos juntos.

La Rebeldía ContinúaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora