Última noche

1.7K 84 36
                                    

Extra final❤
.
.
.
.
.

Narra Marizza..

El viaje estaba siendo buenisimo, había pasado un mes y ya nos queda solamente una semana.

Fuimos a varias playas, rios, museos, teatros, plazas, parques de agua, nos divertíamos mucho.

Ahora estaba con Pablo en el médico porque durante toda la noche me estaba doliendo mucho la panza, todo lo que comía o tomaba lo vomitaba, y tenía muchos mareos.

—Marizza Andrade— llamó la enfermera.

Nos levantamos y caminamos hasta el consultorio donde entramos y nos sentamos en las sillas de en frente de su escritorio.

—Hola chicos, me llamo Carla— se presentó la señora sonriendo —Me imagino que vinieron por el embarazo, ¿No?

—Si— acaricié mi leve pancita de dos meses —Estuve con dolor de panza y vomitos durante toda la noche.

—¿De cuantos meses estas?

—Creo que de dos, todavía no me hice una ecografía— contesté.

—Nos enteramos que estaba embarazada cuando estabamos viniendo por el viaje de egresados, nunca se nos dió por venir al médico— le comentó Pablo.

—Ah, bueno vení acostate en la camilla, te voy hacer la primer ecografía de tu bebé— sonrió Carla.

Nos paramos y me acosté en la camilla.

—¿Cuantos años tenés?— preguntó.

—Diecisiete— respondí.

—Ah, sos re jovencita— dijo son quitar la sonrisa de su cara.

Me pareció rato que no hable brasilero como todos acá, pero seguramente es Argentina como nosotros.

Carla me subió la remera dejando mi pancita al descubierto.

—Te voy a poner esto que es un gel frío— explicó y asentí.

Al tocar ese gel frío contra mi piel dí un leve brinco y apreté la mano de Pablo que se había puesto detrás mío.

Carla comenzó a esparcir el gel por mi panza y agarró un aparatito para pasarlo por donde pasó el gel.

—Este es su bebé— nos sonrió apuntando a la computadora.

Era un bebé, un pequeño alien dentro de mi panza. Se lo veía bien formadito, era la imágen mas hermosa que vi en toda mi vida.

Miré a Pablo y estaba con los ojos brillosos y mirando la pantalla, nunca soltó mi mano. 

—Estás de nueve semanas, osea dos meses y medio— dijo Carla.

—¿Y es nene o nena?— preguntó Pablo.

—Todavía no se deja ver, a partir del mes que viene seguramente se pueda saber.

Después de que nos de algunos consejos me dijo que el dolor de panza era porque el bebé estaba desarrollandose y que me iba a doler bastante estos meses.

Cuando salimos del hospital nos tomamos un remis para ir de nuevo al campamento con los chicos.

[...]

Al llegar no había nadie, pero habían dejado una carta encima de la mesa que compraron la semana pasada para que yo me pueda sentar a comer ahí tranquila y no en el piso.

Son todos re exagerados.

—Dicen que vuelven en la noche porque se fueron a un festival— me dijo Pablo que acababa de leer la carta.

La Rebeldía ContinúaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora