Confiar

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𝑬𝒙𝒕𝒓𝒂 3❤.

Marizza.

Desde que llegamos al camping los chicos no me dejan hacer nada.

Ahora estaban armando las carpas mientras que yo estaba sentada en un tronco mirandolos. Si me movía ya venian todos y me preguntaban si estaba bien o necesitaba algo, al principio me pareció miy tierno de todos qie se preocuparan por mí, pero ya se volvieron muy densos.

¡Estoy embarazada no enferma!

Me da escalofríos cada vez que pienso eso.
Yo, mamá a los 17 años.

Por un lado estoy feliz porque es el fruto del amor entre Pablito y yo. Pero tengo miedo, es obvio. No estoy preparada, no me siento preparada para una responsabilidad tan grande. Pero lo voy a tener, porque tampoco es la culpa del bebé, es culpa nuestra por no cuidarnos, o mejor dicho es mi culpa por no tomarme la pastilla. Simplemente los dos nos equivocamos pero ya está, el bebé va nacer y lo vamos a cuidar lo mejor que podamos.

—¿En que pensas?— Pablo se sentó a mi lado abrazandome por la cintura y pegandome a él.

—En nosotros, bueno en nuestro bebé.

—¿No te parece linda esa palabra?

—¿Cual? ¿Nuestro bebé?

—Si— sonrió —Me imagino un mini yo, así con el pelo rubio y ojos celestes.

—¿En serio te pone felíz esto? ¿O solo estás felíz para no ponerme mal?

—¿Hablás en serio?— me miró incrédulo —Marizza vos y este bebé son lo mejor que me pasó— me acarició la panza —Estoy sintiendo una felicidad inmensa, y ya se que todavia somos unos pibes y tenemos la vida por delante, pero realmente estoy muy felíz— sonrió.

—Te amo— lo abracé.

—Te amo más mi amor— me dió un beso en la mejilla.

—Vamos Pablo— interrumpió Tomas nuestro momento romántico.

—¿A donde vas?— le pregunté.

—A comprar un colchón inflable para que puedas dormir bien— respondió mientras se paraba.

—No hace falta Pablo— rodé los ojos.

—Si que hace falta, yo quiero que vos y mi hijo duerman bien— se agachó para darme un corto beso en los labios y se fué con Tomas.

—Estas loca— dice Lujan sentandose al lado mío.

—¿Por?— fruncí el ceño.

—Por embarazarte— se encogió de hombros —Y encima de Pablo.

—¡Ey!— le dí un pequeño golpe con mi codo —Yo estoy segura que Pablito va ser muy buen papá.

—Si, porque tuvo un exelente ejemplo paternál— dijo sarcástica.

—¿Que te pasa Lujan? ¿Por que te la agarras con Pablo?

—Por que no me gusta ese pibe para vos Marizza, sos mi mejor amiga y te tengo que decir la verdad aunque te duela, Pablo nunca fue pibe de una sola mina y vos lo sabes muy bien, te va lastimar, ¿te pensás que se va quedar con vos cuando estes toda gorda, de mal humor, y encima insoportable y con antojos? No, se va cansar y se le va tirar a la primera pollerita que se le cruce.

—Pablo no va ser así, yo confio en él— aseguré con lágrimas en los ojos.

—Ni vos te la crees Marizza. Cuando te deje sola vas a venir a llorarme y yo no te lo voy a querer decir en ese momento así que te lo digo ahora de anticipado, "Te lo dije".

La Rebeldía ContinúaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora