Hay muchas razones por la cual a Kai le aterra la idea de explorar la escuela de noche, pero cuando es arrastrado por su mejores amigos a colarse y quedan encerrados en la biblioteca, lo que menos esperaba era despertar a los espíritus en ella.
Port...
Btw, la nueva peli de Mulán no es mala pero es meh, la animada es mejor punto final.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En un pueblo, lo bastante lejos de cualquier miembro de la realeza, o hermosos y grandes palacios, los principios de las tierras de La Capital se extendían.
El pequeño pueblo se encontraba amurallado, y lleno del ejercito que el general Min había enviado hasta allá.
Los soldados cuidaban desde lo alto de la muralla, se paseaban alrededor del mercado del lugar y revisaban de cerca a cualquier visitante que entraba por la enorme puerta del lugar, evitando a cualquier invasor indeseado.
Un soldado miraba como un hombre, con una enorme barba y un caballo consigo era el siguiente en la revisión.
"¿Nombre?" Soltó como era de rutina.
"Lee Doyoung"
Lo miro de cerca y luego al caballo que cargaba unas cestas que parecían mojadas.
"Revisare su mercancía señor Lee" anuncio viendole con sospecha, ese hombre parecia un alfa, pero olía como todo un Omega, a jazmines y a miel.
Abrió las cestas, viendo los ramos de flores que había en su interior.
"¿A donde va?"
"A La Capital señor, he de entregar estas flores para la celebración del príncipe Jungkook."
El hombre vio con una ceja levantada las flores, eran flores de tigre, las flores de nacimiento del príncipe.
Aquel soldado no tenia idea que las flores favoritas de Jungkook eran las gazanias, y que iban a llegar desde el oeste del reino, la puerta sur no tenia que recibir nada parecido.
"Pase, tenga un buen día señor Lee"
El hombre asintió, antes de seguir su camino, sonriendo amplia mente para si.
El tiempo paso como si nada, hasta que escucharon un galope a lo lejos.
Los guardias sobre la muralla levantaron la mirada, viendo con terror a la tropa de Luna que se acercaba a ellos rápidamente.
"¡Cierren la puerta!" grito el líder de la guardia. Viendo como sus compañeros se apuraban a cumplir la orden.
Flechas de los soldados fueron directo a la formación de Luna, pero solo pudieron eliminar a algunos. En centro de todos iba el emperador de Luna, el emperador Hanbin. El hombre alfa tomo su arco y envió una flecha roja, que cruzo la muralla y cayo en el suelo del mercado.
El hombre barbudo sonrió, antes de tirar la canasta llena de flores, pétalos llenaron el aire, impidiendo que alguien pudieses ver al hombre. Los guardias se acercaron al hombre, pero cuando llegaron allí, ese hombre ya no estaba, solo era una bellísima mujer, con una túnica plateada y sus ojos delineados con negro, haciendo sus ojos más penetrantes e intimidantes.
