~Votos~

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Narra Jotaro:
Después de tener esa plática con Kakyoin estuve muy distante de todo pensando y lo que diría... No pensaba escribir mucho pues la única persona que me importaba que supiera cuanto la amaba podía decírselo sin más pero al parecer le hacía ilusión.

Al final tuvimos que mandar a hacer un traje para mi pues el promedio japonés no es tan alto como yo y no encontramos ninguno a mi medida. Nuestra graduación sería hoy, aunque para mi todavía faltaban horas él seguro se está divirtiendo con Polnareff y Lian. Hablamos por llamada antes de todo y Jean me hizo favor de grabar su entrega de papeles así como una mención honorífica a su tesis, se veía tan feliz por terminar sus estudios que yo me sentía igual solo por él.

El reloj no dejaba de avanzar y llegó mi turno, mi madre hizo lo mismo para él, grabó toda la ceremonia con una cámara de vídeo. Pará ser sincero no pensaba ir a la fiesta pues no había hecho relación importante con alguien así que me daba igual pero al pensar que sería la última vez que los veía... Me llegaba la misma sensación así que me fui a casa a celebrar con mi familia. Eran alrededor de las 1 de la mañana cuando mi teléfono sonó.

-¿Kakyoin?

-Vaya!, sí estás despierto, pensé que estarías en la fiesta.

-No, ¿como fue todo ayer?

-bien, después de un rato con mis ex compañeros - hizo énfasis en Ex- los chicos y yo bebimos hasta el amanecer en mi casa.

Claro, a Kakyoin aún le costaba relacionarse con las personas, yo no lo hacía porque era un fastidio pero para él ser amigo de alguien significa formar un vínculo, algo que no puede hacer por su stand que es la materialización de su alma, con lian fue diferente pues al explicárselo jamás lo tomó por loco si no que lo admiró mucho más.

-¿No tienes dolor de cabeza? - al ver mi reloj sabía que en los ángeles eran las 9 de la mañana-

-Acabo de despertar pero estoy bien... Jotaro, felicidades. - su calmada voz inundó mi cuerpo haciendo que un escalofrío me recorriera-

Sonreí a la pantalla como si el pudiera verme.

-Lo logramos. Ahora solo espera por mí un poco más.

-Claro, dos meses no serán nada en comparación a 5 años.

-Tienes razón.

Nos equivocamos, los días parecían eternos, la presión aumentaba y los nervios por tener las cosas en orden nos mantenían desgastados.

-¿Mamá aún tienes mis papeles? - gritaba revolviendo algunas cajas en mi antiguo cuarto-

-Deberían estar en tus cosas

-Los necesito para el trámite legal de la boda

-Buscaré en la habitación de tu padre.

-Bien.

Tenía una larga lista con documentos y papeles que tenía que llevar pues al ser de otro país era más complicado pero no imposible. Al final los encontré junto con otros que también necesitaba pero ahora tenía un desorden en el cuarto, mientras acomodaba todo escuché como algo caía al suelo al mover una caja vieja, al acercarme miré que eran aquellos que Kakyoin había comprado para Dio. Abrí la caja viendo como se encontraban perfectamente como ese día... A mi mente vino el recuerdo del joven Noriaki triste que intentaba acabar con su vida, un dolor se hizo presente en mi pecho de solo recordarlo.

-Fuiste un idiota...

Después los recuerdos de él llorando y gritando desde el fondo de su alma aquella noche en mi cuarto, si bien ahora sabía que no todo fue por Dio, su corazón no pudo soportar más.

Usandonos [Kakyoin x Jotaro] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora