Capítulo 3: Hallie Fallen

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El sonido de la puerta al abrirse lo despertó y lo puso alerta inmediatamente. Harry se estiró sobre la cama y salió de la cama para ir a la habitación de Darcy para comprobar si todo iba bien. Sophie no había vuelto desde su salida en la madrugada, pero sin embargo no le había importado, estaba con Niall y sabía que estaba a salvo con él.

Pero su cuerpo se tensaba ante la idea de ellos dos a solas.

Todo en el pasillo estaba en paz, excepto aquellos susurros que provenían de la habitación de Darcy. Se acercó sigilosamente hasta la puerta y apoyó su oreja lo más silencioso que pudo haberlo hecho.

-Numquid et vos in me peccaverit laedet?

-Sed non ego. Protegam- escuchó a algo resoplar. Mejor dicho a alguien-.

Luego de unos segundos no hubo más voces en la habitación, por lo que decidió abrir la puerta. Darcy estaba tendida en su cama, durmiendo como si no hubiera estado despierta hace algunos instantes. Suspiró cansado y salió de la habitación de Darcy rendido.

-Shh, los despertaras.

Harry se volteó para observar que sucedía.

Sophie subía las escaleras junto a otro chico. Ambos iban con la ropa completamente sucia y un poco chamuscada, como si hubieran sido quemadas. Olían a azufre y tenían la cara empapada de sangre, como si hubieran llegado de una guerra.

Dorian tenía el peor aspecto que podría tener una persona en el planeta. No parecía haber sido lastimado, sin embargo, estaba completamente sucio y su cabello ligeramente chamuscado, su camisa blanca salpicada de sangre casi negra. El olor a podrido era evidente, pero trato de no hacerlo muy notorio.

-Hola, Sophie y Dorian-susurró Harry. Casi en esa oscuridad se podía notar que su mandíbula se había tensado notablemente-.

-¿Niall?-susurró ella-.

Dorian rió ligeramente.

-Hola Harry, buenas noches, perdona haberte despertado-dijo Dorian en un tono muy formal. Casi burlón-.

Harry apretó sus puños a sus costados. Quería asesinarlo en ese preciso instante. Él sabía que sería muy fácil hacerlo, él era una presa fácil para cualquiera. Con ese carácter tan de niño y aquel pequeño cuerpo.

-Bueno Harry, iremos a revisar unas cosas.

Harry asintió y los observó sumergiéndose en la tenebrosa habitación de Sophie.

-Te odio, maldito-masculló Harry y volvió a su habitación-.

Su cuarto estaba verdaderamente frío. Las paredes, el piso y hasta las sábanas estaban completamente frías. Sus manos temblaban mientras el oía los susurros de la otra habitación. El tono de voz de Sophie lograba alterar ligeramente a Harry, sin embargo no quiso interrumpir nada por el momento.

El viento chocaba fuertemente contra la ventana de la habitación, provocando un sonido de rasguño contra el cristal. Lo cual estremecía hasta lo más profundo de su ser.

Podía escuchar gemidos de dolor por toda la zona. Pero no le importó quizás era su mente jugándole una mala pasada.

* * * *

Ahora, él estaba sentado en una banqueta del parque en el que había estado el día anterior y observaba atento a cualquier señal de Hallie por el lugar. Hasta el momento no había llegado.

Había dejado a Darcy en la guardería y había acudido inmediatamente al parque donde había estado el día anterior, con la esperanza de encontrarse nuevamente con Hallie.

Un pacto con la muerte (UBCLP #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora