Capítulo 3

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Chilla de emoción y da pequeños aplausos mientras brinca por toda mi habitación, finalmente cuando su felicidad se calma un poco se deja caer frente a mí sobre mi cama, aún con la sonrisa en su rostro que me contagia.

—Ya nos veo, justo como lo prometimos, viajar juntas y estudiar en la misma universidad, estoy tan feliz de haberlo logrado. Juntas.

Sonrío sin poder soportarlo más y me dejo caer para cubrir mi rostro sonriente con la almohada.

—Estoy tan nerviosa, es la primera vez que viajaré sin mi mamá, y de solo pensar que estaré muy lejos...

Ella me quita la almohada de la cara para verme con una de sus cejas negras alzada.

—No me vengas con que ya no quieres irte, que te dejaré.

Suspiro y niego. Aún con inseguridad dentro de mí.

—Estoy cien porciento segura de que quiero irme contigo.

༺𝐀rƬє༻

Unos meses después.

Limpio por décima vez en este día mis manos sobre mi pantalón ajustado. Debí venir cómoda justo cómo mi mamá me había dicho, me siento tan nerviosa que siento que los pantalones cada vez se ajustan más.

—¿Te encuentras bien cariño?—pregunta mi abuela con una sonrisa reconfortante, asiento con la mejor sonrisa que sale de mí.

—Claro, es solo que...

—Está nerviosa—termina Naia por mí y me abraza sobre los hombros tratando de animarme.

—Sabes que pueden posponer el vuelo y cambiar la fecha, aún no comienzan sus clases...

—No, está bien, queremos llegar antes para poder acomodarnos en la casa de papá—sonrío y la abrazo una vez más.—muchas gracias por venir a despedirnos, dile a Stefan que cuide bien de Pinky y a mamá que la amo.

Hablo con tanta rapidez, que no estoy cien porciento segura de lo que acabo de decir. No creí que los nervios me atacarían de está manera, estaba tan segura de mí misma, de lo que quería pero los nervios me agarraron de la nada.

—Claro cariño, cuidense mucho—me alejo de ella para que Naia también pueda despedirse.

La vemos alejarse a paso lento junto a un guardia de seguridad muy amable que la ayuda a abrir paso entre las personas que van de un lado a otro.

Suelto un suspiro y tomo asiento mientras la miro con algo de tristeza. Ella no aparta la mirada de las personas en busca de alguien durante largos segundos que se convierten en minutos hasta que nos llaman para abordar. No me gusta sacar el tema de sus padres porque sé, aunque no lo demuestre,  que le duele no recibir apoyo por su parte.

No recuerdo alguna anécdota dónde sean mencionados, alguna graduación a la que hayan asistido, alguna felicitación de su parte. Siempre fueron mi madre y mi abuela quienes estuvieron ahí, cuidandola como a alguien más de la familia.

‹Favor de tomar asiento y abrochar sus cinturones, estamos por despegar. Mi nombre es Gabriel y soy su piloto, que tengan un lindo viaje›

Suspiro una vez más y volteo a verla esperando a que diga algo, lo que sea pero quiero que me hable o estoy segura de que me va a dar un ataque de pánico antes de que esté avión despegue.

—Ya quiero llegar allá, me causa mucha curiosidad saber dónde viviste—sonríe, le devuelvo el gesto.

—Sólo fueron siete años, no creo que cuente mucho si no recuerdo nada.

Fall In Love [Arte I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora