PREFACIO

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— ¡Atrápenla! – Logro escuchar entre gritos y disparos mientras corro.

Corro por los pasillos tan rápido como puedo, tratando de que no me atrapara y evitando los disparos.

Una bala había rozado mi brazo izquierdo y otra mi pierna derecha, aunque esa herida es menos molesta que la de mi brazo.

No puedo detenerme o me atraparían.

Aprovecho mi astucia y me escabullo por un cuarto que conseguí con la puerta abierta, bloqueo la puerta detrás de mí y miró a mi alrededor para buscar un escape. Por suerte es un cuarto de limpieza y tiene un enorme bajante de basura el cual voy a usar para escapar.

Abro la puertilla y entro por aquel bajante.

Me deslizo por aquel pequeño túnel, el cual, para mi suerte, solo está a un piso del último nivel. Caigo entre las bolsas de basura que amortiguan mi caída y aunque no me crean, no olía mal.

Aunque ahora no escucho a nadie seguirme, no puedo perder ni un segundo.

Salgo del contenedor de basura y registro el lugar.

Un cuarto pequeño, oscuro, solo estaba el contenedor de basura y una puerta cerrada de meta, en el suelo veo una especie de alcantarilla de reja y no me tomó nada adivinar que lo más lógico sería salir por ahí, en vez de intentar abrir la puerta de metal.

Busqué rápidamente algo en la basura que pudiera usar de palanca y afortunadamente encontré entre los desechos una de las varas de metal que usan los cuerpos de seguridad para dar descargas eléctricas averiada en una bolsa.

No me sorprende, estoy en una correccional después de todo.

En la Correccional de Actitud Reactiva Criminal Errante y Letal de la Ciudad Aether.

Es una cárcel con nombre "humanista".

¿Mi crimen? Ellos decidieron que debían eliminarme.

Solo porque sí.

Porque esta podrida ciudad de porquería se controla a sí misma desde la dominación y la eliminación de todo lo que no encaje en su régimen.

Es simple, si eres parte del sistema, sigues las reglas y eres de raza pura, puedes vivir en la ciudad "perfecta", si te rebelas, te quejas, protestas, si no eres "ciudadano perfecto" o si no eres de raza pura, eres un error y debes ser eliminado.

Al abrir la pesada alcantarilla, la cual es fácil si se introduce una palanca en el hueco principal para que un sistema de resorte la levante un poco y poder abrirla completamente alzándola con fuerza, porque pesa una tonelada. Realmente, solo abrí lo suficiente para pasar y que se cerrara sobre mí.

Corro por aquella alcantarilla subterránea y siento que me debilito con la pérdida de sangre de mis heridas.

No sé ni cuantas horas estuve caminando, no sé ni donde estoy, pero al final veo la salida del túnel por donde salé el agua y corro para salir de aquel terrible lugar.

Para mi sorpresa y mala suerte, la salida es una de las muchas al Río Principal de la ciudad y todos los cuerpos de seguridad están tras de mí.

¡Necesito salir de esta maldita Ciudad!

¡Necesito salir de esta maldita Ciudad!

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NOTA DE LA AUTORA: 

¡Bueno, he aquí el Prefacio de la que es mi primer novela (o eso quiero lograr que sea)!

Es una historia que poco a poco fue tomando forma en mi cabeza, pero que realmente me gustó lo que fui creando y hoy decido compartirla con todos los que quieran leerme.

La Ciudad Aether esconde muchos secretos bastante interesantes, al igual que sus habitantes, por lo que espero que me acompañen a leer todo lo que aquí ocurre.

Espero que les guste tanto como yo disfruto escribirla.

¡Bienvenidos a la Ciudad Aether!

Espero sus votos y comentarios con muchísimas ganas.

Besitos virtuales a todos y nos leemos pronto, prontito...


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